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Reseñas Literarias

  • Baldosia
  • 12 jul 2017
  • 70 Min. de lectura



Prólogo Estas obras están dedicadas a todos los amantes de las reflexiones filosóficas desde una perspectiva existencial. Es una ventana oculta de la realidad, que transita desde lo más cotidiano hasta las mariposas en el estómago.





Cartas anónimas (2017)


Heredia, Costa Rica

Sábado 06 de mayo de 2017

A cada quien,


Compartimos ratos juntos, compartimos puestas de sol. El destello de luz sobre una cuchara y un paisaje onírico en la búsqueda de mi ser. Curioseo las hojas que caen de los árboles en un otoño siniestro. Percibo las muecas de aquellos niños que les gusta hacernos reír a carcajadas. El vendedor ambulante que se hinca siempre en el parque pulseando el cinco para su bolsillo, otros vendedores con golosinas y comida chatarra. Un viejo ciego con su aliada muñeca quitapenas y su perro sabueso. Aquel que parece malhumorado en la iglesia con los brazos cruzados y frunciendo la frente. Parejitas enamoradas en el kiosco viéndose uno al otro. Palomas que vuelan en la fuente esperando a que les echen el maíz. Un niño haciendo pompas de jabón acompañado de sus padres, del payaso y del copero. El cuidacarros, el de los piropos y el atento a las damas que se dirigen a su trabajo. El del saco obstinado cruzando el parque central. También vemos a Benito, el niño grande de la bicicleta que va cantando por la vía. El vendedor de lotería que no es un profeta ni gurú, el escritor reflexionando sobre una banca y apuntando sus ideas. El religioso manipulador de la palabra para su audiencia, el escarbador de los basureros buscando restos de comida y el perro famoso burlando el tránsito por media calle. El violinista y el trovador que se acompañan con su música y un sombrero limosnero cerca de sus pies. El muchacho que se sienta en el mismo lugar y a la misma hora sin importarle nada. El escapista leyendo los sucesos del periódico en una banca ajena, el sinparaguas escampando por los techos. El entretenido en las ventanas y las chicas High Definition que se creen muy bonitas, mientras caminan solas por las aceras; también los taxistas pitándoles y a la vez cortejando a sus nuevas clientas. Los fumadores escondiéndose de los policías y otros que se creen muy idóneos haciendo su trabajo.


Y así lo cotidiano continúa en su apogeo. A diario nos encontramos con todo esto: sentimos, nos entristecemos y nos morimos de la risa. No hay quite, ni desquite, ni otra salida que seguir viviendo. Hay animales muriendo por doquier, no a todos les preocupa, gente sin empleo, gente con hambre y otros haciéndose más ricos . Y yo escribo para todos ellos, a pesar de sus carebarradas y gamberradas. Todo lo que nos queda es muy poco en esta vida, porque nada es para siempre, nada será igual y a la nada nos iremos posiblemente. Ahora, tú… ¿Acaso eres de otro planeta?, te admiraría si así fuera. Al fin y al cabo "a cada quién su santo", porque la vida nos pertenece a todos y cada quien pinta el mundo a su manera…Sin saber el porqué de aquellos lugares vacíos que nos suelen quedar.


Baldosia ©

Tuyo, otro quien




Heredia, Costa Rica

Martes 25 de julio de 2017


A Salvador,



De la estatua del santo, tres cuadras abajo y media al sur, viviste una vez, en el barrio Monseñor Lezcano de Managua. Hoy a las 6:16 a.m te presentaste semidesnudo, sucio y descalzo en esa zona, deambulando a la orilla de la carretera, hablando consigo mismo y escuchando voces dormido en nidos de cartón. Tienes la cicatriz de tu cuello como parte de un ahorcamiento pasajero. No sé si andas con algunos peros o con otros cuentos ignotos, pero sé que pasas solo y no esperas a nadie.


Tú no tienes la culpa, ni tampoco llevas un socorro que alivie la voz de tu interior. No sé si estás llamando a la muerte o al intruso que toma nota a solas, en ese balcón. Te sudan las manos y hasta los pelos se te ponen de punta, acompañado de tu otro yo y de tu miedo que te asalta a veces, donde quiera que vayas.


Los zapatos cerca de ti, te abandonan, te quitan un peso de encima, pero tus pies se durmieron y ya no puedes avanzar. No entiendes la razón de ser, ni llevas las riendas del viaje. Ahora estás a la vista del puente de Guayabo, como una película de suspenso. ¡Oh amigo mío! te sientes afligido, pero quizá yo pueda ayudarte y ser tu paño de lágrimas. Titubeamos por momentos aciagos y nos vamos perdiendo en otros santiamenes.


Yo te recomiendo que evites saltar para que no veas "estrellitas de golpe". Tus pies no están bien puestos sobre la tierra y, aún, no se quieren despertar. Quizá te sientes ultrajado, pero es mejor que no preguntes por la hora. "El tiempo es oro" y no lo puedes detener por su marcha inexorable. La página siguiente estaría en blanco cuando cierras tus ojos por última vez. Quedarán vacíos si te dejas caer, el salvavidas y la hecatombe. Espero que tengas las agallas para salir de esta y de otros frenos inhibitorios que te impidieron abrirte el paso. Siempre y cuando salgas por "la puerta grande" y te eche un vistazo la esperanza, de seguir viviendo con Gloria y sin pena, para casarte con ella.



Caído en batalla sigues en pie, pero con escalofríos a medias. Hoy despiertas de un ensueño confuso y me acordé de ciertos trances preliminares en vano. Un día que ibas por el mercadito mendigando agua en un zapato, pero, ¿por qué tomabas agua en un zapato?... ¡ Es una pana de oro! - dijiste. Por el cementerio de los animales, llegaste a una barbería y los barberos te bautizaron de "perro" , de esos que llevan rabia.Te pasaron la navajilla, quedito en la silla. Marchabas a solas hablando con aquel… Vestigio del capítulo muerto de una historia. El pueblo reconocía siempre a Salvador, pero él a nadie se le hacía conocido. Su madre hogareña, vieja y humilde salía a buscarle, pero nunca hallaba sus rastros perdidos . De tanto andar por lugares insólitos, su guarida eran los caños de las calles, como si fueran trincheras de guerra. Similar a otros parajes más militares, conservaba su atuento roto con sus manchas de sangre; el disparo en el alma y el remordimiento de conciencia que le dejaba aquella victoria pírrica a causa de una acción genocida.

La otra cara de la moneda visitó a su hermano en su lecho de muerte, el peor de los males. Pero la justicia buscó "la libertad cuando timbra en un teléfono, sin señales de rescate".


Baldosia ©

Tuyo, un desconocido.



Heredia, Costa Rica

Martes 1 de agosto de 2017





“El dolor de la chusma y la Prensa Libre”


A la chusma,


Del Barrio Sagrada Familia, hasta el patio donde nos juntábamos una vez. Guindábamos las zapatillas en los cables de luz. “Hoy pisamos tierra, mañana mismo nos puede caer encima”. Así lo dijo la chusma y la Prensa Libre, estaban "sobre ascuas" desde que recibieron ¡chocolate por la noticia!. Les dieron una andanada de plomo a unos amigos que no sobrevivieron, no eran unos santos, sus víctimas les pusieron cuernos en las esquinas. Como calañas empuñadas contra la pared fueron cayendo a la ratonera de la muerte. Muy cerca de las rejas del tigre mientras tomaba una siesta, dejaron una mancha más sobre otro colchón. La celda estaba llena de atrocidades, de espacios sucios y de mujeres de fotos desnudas. Acorralados como “un virus en el aire de un ventilador”. Se compensaron los deseos, con la criada que les juntaba el jabón. A Tintín lo soltaban para olfatearlos a ellos y para agarrar entre ojos al carnicero de la carne fresca.


Les traen visitas: Sus familias que vinieron a darles bendiciones con unas monjas que se atrevieron a fumar cannavis sativa y opio. Otros aterrizajes de narices con paracaídas de rayas: Las Novias, Lucila la que friega el coche y Vilma Palma e Vampiros, llegaban con tortillas que les enviaba la abuela.


Se fueron dos compadres a rendir cuentas al de arriba, aquí quedamos con un dolor muy grande y que ahora sé que están en un lugar mejor, pero “el dolor de la chusma es increíble y nos deja un amargo sabor”.


Reflexión “La vida se nos va de las manos, porque nos pasa la factura en un hormiguero que nos va subiendo por encima de las patas.”


Tuyo, la chusma


Pd: Condolencias para la familia y toda la chusma


Baldosia ©



Heredia Costa Rica

17 de octubre de 2017


Al circo de la vida,



Querido escenario de casualidades sin sentido, donde hacen malabares con cuchillos a su tiempo. El curso de la vida como un eterno retorno y en "Sinfonía del Nuevo Mundo". Es como un reloj de arena que le clava sus miradas a las dianas . Esa carpa inútil y gigante que cubre a todos los tartufos de este mundo y al resto de payasos. Encontramos la flor de la vida en cajas vacías o con sorpresas adentro, con disparates y tiroteos de fuego. Unos que otros están en equilibrio, pero también se descalabran ebrios en la cuerda floja. Algunos aprenden a caerse del trampolín, como si fuesen niños pequeños con juguetes. Esos cambios bruscos y disfrazados tienen un mal genio, que sale por frotar una lámpara mágica para conceder tres deseos: superpoderes, helados y no pesadillas. Así carece de emociones impregnadas, la niña cariacontecida de las medias descabaladas, que se sienta encogida en un rincón con su osito de peluche.


El circo da muchas vueltas en triciclos y nos hace dudar con asiduidad. Este teatro nos muestra una función, donde los actores actúan como perros y gatos, entre espectadores y protagonistas. Salimos andar como unos taciturnos de corazones rotos y nos perdemos como los barquitos de papel, que se van sin regresar. Vagamos con el costal en la espalda, pero con harina del otro, soñando con melancolía por la vida. El acróbata inmortal, estará listo para dar el salto que oscila en otro lugar. Se nos marcha el circo con su maleta al hombro, diciendo adiós a esa soledad que nos ha dejado su equipaje en un viaje a ninguna parte.


Aquel carnaval del mundo circense con caretas lacrimosas y pesadumbres nostálgicas, sin libros, sin maestros y sin compañeros en esta escuela. Pero también el hilo de la vida que hilan las Parcas se pone de cara dura, frágil y compleja, un mapa en blanco por descifrar, un puzle al que siempre le faltará una pieza, una hipótesis sin resolver. Por que el circo no solo son aplausos y risas, no solo es magia y color de rosas. El circo de la vida es madurar, es escoger como quieres presentarte ante los vacíos de conciencia y personalidad. Son las puertas que tiene la vida abiertas para usted: Las de la iglesia, las del hospital, las de la cárcel y las del cementerio, donde van vivos y muertos.


Comenzaste como todos desde abajo, sentado en una butaca cubierta de palomitas , y sin saber que fue lo que te hizo despertar. La aritmética de la vida al revés, nos enseña que si tenemos una pizca pantorrilla, podremos hacer algo para finalmente ser lo que soñamos. Ahora puedes abrir el telón y salir a escena cuando quieras.


Atentamente el bufón

Baldosia ©

Heredia, Costa Rica

1 de noviembre de 2017



Al carajillo,


Yo chancletudo pateaba latas por las calles, jugando a las escondidillas y atrapar salamanquesas con mis amiguitos. Me la tiraba de chante en chante, haciendo grafitis en las puertas. Usaba chemas de americanas para ir a las fiestas. Que despiche era cuando hacíamos diabluras. Conocí a la machota de los vestidos rojos, la de algodones de azúcar que me robo una sonrisa. Pero yo apenas era un carajillo. ¡Que rajado!, no supe prestarle oídos a los ladridos del Guato, María seca y Pizote, los amigos de chancho y perica. Me gustaron sus pecas y los enjaches de las güilas celosas. Yo estaba pepiado de sus encantos y me pidió que le diera un chance para pensarlo. "Al chile me puse frío en el momento y observé a un chata subirse el pantalón". Manda huevo, yo la quería a ella, pero estaba muy camote la microondas esa. ¡pura vida!.

Tuya, charita


Baldosia ©

Heredia, Costa Rica

Jueves 18 de Julio de 2019


Al amor sublime,


Quizá caiga sobre tus manos a flor de labios nuestro amor prohibido, incondicional o platónico, y que Lolita llegue a tiempo el día que menos lo espere. Amor a primera vista en sentido figurado, podría ser ciego o a cita ciegas , pero no es sordo ni mudo. A veces el amor llega silencioso o callado y se despide a gritos. Sé que estás ahí afuera en el mundo, sin contar conmigo. Yo como sapo esperando tu beso de princesa para convertirme en tu príncipe azul, pero si ya te olvidaste de mi Luciferina, es porque "la mancha de la mora con otra verde se quita". Quizá te encuentre en una soda o en la farmacia de la esquina, mi pequeña Lulú, temblando como una hoja de árbol, haciéndome "ojitos" y guiñándome el ojo con concupiscencia de morderse los labios . Tu flor de loto deambula en alguna parte del mundo y la gitana predice su futuro en una bola de cristal.


Doy vueltas por la cabina telefónica, esperando tu llamada pendiente, esa luz que ilumina mis senderos. Mi alma gemela anda buscando lo que no se le ha perdido, y quizá no llegaremos a encontrarnos nunca. Anhelo que seas un poco chalada, atenta y bonita, como la suerte que solo pasa por nuestro lado una vez, donde se queda para siempre en un largo camino para su boda.


Eres esa media naranja que pasa entre otras revueltas en el mercado. Te he dado mi lugar en un bus por ser un caballero sin memoria. Te dibujé sonrisas de payaso, sin correspondencia de cupido . Llegará el momento de contar nuestra historia novelesca y todo esto se juntará a vuestros pies, para rendirnos cuentas de una vez y ser, como los amantes de Teruel.


Formaremos la familia soñada si es necesario, nos haremos viejos algún día. Mejor nos damos a la fuga y nos vamos de picos pardos a otros paisajes más hermosos, como andar juntos en bicicleta por la playa, tomarnos una foto vintage en un atardecer que guardaremos en un álbum de recuerdos, junto con las aventuras de capulina, el conejo de la suerte, la zorra y el cuervo.


Ojalá que nada de esto se entierre ni se estremezca, cuando vuelvas a pasar por el parque con entelequias e imaginando que somos el uno para el otro.

Te buscaré inquietamente por el mundo, aunque me cueste la vida y me lleve la tristeza. "Ojos que no ven corazón que no siente" y visto desde afuera, el amor es cosa de imbéciles. Quizá ya me dejó el tren, pero seré bien parecido, apostando por tus sueños venideros. El amor no se queda en las nubes, por que así devorará el águila a la serpiente venenosa cuando la atrape.


Baldosia ©

Tuyo, el amor de tu vida

Heredia, Costa Rica

Viernes 19 de julio de 2019




Al de abajo,


Le escribo esta carta al cosaco de aquí abajo que compartió la celda conmigo una vez, el mismo que usaba un atuendo de rayas negras. La mala hora nos ha llegado a ambos en el filo de la navaja. Me llamó la atención "la curiosidad que mató al gato" con un juguete de niño, que le llamó teléfono chocho a sus alegatos . Mi paciencia agotada se quedó en el sofá de la esquina, con el nido de las ratas de afuera. Se me hizo un nudo en la garganta que comenzaba apretarme, la soga que me faltaba para ahorcarme. Los problemas en la recámara, se me hicieron precoces por las enfermeras que andaban en vestidos atrevidos.


Le eché una mano al bastardo de la silla discapacitada, pero me tramó con artimañas para ayudarlo a escarpar de la cárcel. El otro recluso de la par sigue vivo y se salió con la suya por la puerta de emergencia. Betty la enfermera, fue la única ramera para todos los que deseaban, cogerla del brazo y agarrarle las tetas.


Me libre de aquel policía que quiso matarme al fugarnos en aquella noche.Hoy tengo 69 años de barrer la misma mierda que mañana podrían volver a enmierdarme.

Tuyo, el de arriba

Baldosia ©





Heredia, Costa Rica

Lunes 29 de Julio de 2019


Un sueño paralelo,



Le escribo estos amargos brebajes a la costumbre de comer tierra un hombre. Un día este entró en una tienda para comprar el azúcar y el tendero atendió con placer sus comadreos que devoraba su propia carne. "A veces parecía triste, como si hubiera derribado una botella de aceite de rosas." Su pésame como dos insectos que se alimentan de la misma flor, uno de ellos producía la miel y el otro el veneno. El esclavo estaba descontento de su compra, fingía estar enfermo. La luz del sol era su único vestido y el cielo le servía de edredón. Su casa fingía ser una telaraña que solo los calvos necesitan arrancarse. Delirios de hormigas lo persiguen y un dragón en medio de un camino por el que pasan bandidos peligrosos.


"El león tomó su reflejo por un enemigo y desenvainó contra sí mismo la espada de la muerte." El hambre llevó al león a aduar como buitre y a comer carroña. No quedaba más que una solución de huida mirar para él las sombras que buscan la luz. El amor de una mujer lo había transformado en un vagabundo. Quiso atar una carta al cuello de una paloma, pero el calor de sus palabras habían quemado las alas del ave. El pavo real, el pato, el cuervo y el gallo eran sus símbolos segadores. Le repugnaba volver al lugar de su verguenza, la avidez fue más fuerte y volvió sobre sus pasos. Su exterior ha cambiado de color, ya no era el océano interior de antes que no tuvo que ver con los colores de su pasado. Estaba en la olla de este mundo capturando el animal y liberando a otro.

Todo esto no es más que un grillete, una traba que estorba su marcha. Como atrapamoscas va cayendo en su propia trampa, privándose de sus probabilidades. Cuando por fin se encuentra la silla, el asno ha sido devorado por el lobo y el zorro que se ha desprevenido, pierde la vida a causa de su cola y "más vale ser la caza que el cazador", pero no soy más que la tierra bajo tus pies y el fuego que acaba por evaporar el agua. Estoy cerca del nicho de tus huesos, no tengo pala, ni tampoco hay escoba en este almacén. Cada vez que caes enfermo de tus deseos y ambiciones, pierden fuerza y construyes una casa de arrepentimiento. Ningún ave suele sumergirse en el mar a menos que sea un ave marina. La rosa surgiendo del suelo o un sueño brotando de la imagen que se instala en su corazón.

Para algunos animales la vida es brutalmente corta. Morir y abandonar estos parajes será tan agradable como es dulce para un pájaro salir de su jaula.


Los hombres adoptan aires de héroes, pero en el momento del combate, se convierten en mujeres de casa, lo afirmó un loro. Esa desgracia enterró una parte de él y se puso el resto en sacos. Era como un niño encargado de tocar el tambor para espantar a los cuervos que venían a picotearle las semillas. Unido a su contrario es una tortura peor que el óbito. El pájaro de su alma estaba encerrado en la jaula. El espíritu como un halcón y su naturaleza la del cuerpo. Se encontraba como un pez varado en la orilla de la nada. Aquellos labios de ágata, aquellos lunares, aquel reflejo de luz de vanidad tras un velo tan fino, aquellas maneras, aquellos caprichos, aquellos juegos se fueron desvaneciendo.

Por culpa de su amor ha sido blanco de muchas flechas, cuando le sacan del agua se da cuenta de que el agua pertenece al río. El exceso de comida alimentó el deseo de estar con la esclava, por su parte, lloraba por las calles. Es tan vano como el ladrido de un perrillo en el vientre de su madre. Es como describir la luna sin haberla visto y vender el aire a sus clientes. Su morada era el lugar de reunión de los desheredados, de los pobres y de los melancólicos. Hace falta oídos para oírla y hasta le sobran paredes. Las montañas han aprovechado sus consejos, pero muchos hombres les arrojan piedras.

Me atenaza la duda y corrijo haciendo su papel. Tengo el lápiz entre dos dedos, no hago más que escribir este tormento que me arrastra por dentro.


Baldosia ©

Tuyo, la causa

Heredia, Costa Rica

Martes 30 de Julio de 2019



Un pajarito solo,


Quizá el volátil de siempre no vuelva más por donde vino, tal vez se tomó un respiro o se percibe desolado, cuando se queda solo. A lo mejor la casa esta amueblada y no hace falta abrirle las ventanas para que entre. Si no llegase a la misma hora, sería por descanso o prefirió darse unas vacaciones . Posiblemente indague en otros aires mejores, cuando se acerque el fuego a la estopa y no vuelva a cantar como antes, su bella melodía . A lo mejor sea un ave de paso y le despojan del calor que irrumpe su mensaje a tiempo. Posiblemente se le va la pajarita si algo le entorpeciera o se haga añicos su pico, por buscar la semilla del día hasta quedarse como una palomita . Podría ser bobo u otra especie, ser débil o inválido de un ataque terrorista. Anhela no arriesgarse con su astucia e irse lejos de los lugares peligrosos. No desea ser víctima del enemigo cruel, que lo arrastra hasta la cárcel de su inocencia.


Algún día todas las jaulas del mundo quedarán vacías y triunfará la felicidad de irse volando como antaño lo hacía, dejando su nido por otro, al caerse, o por alguna razón otorgando silencio entre las canoas. A lo mejor se lo llevó el Cuijen, o lo espera la verdad al final del túnel, con cara de Azrael o lo quiere engatusar un gato, o un pelagatos mojigato, "haciéndose el de la vista gorda." Quizá no sea un pájaro viejo del tiempo de Maricastañas, pero ha de sentirse ruiseñor, haciendo sus huequitos en un sombrero."


Las malas noticias le deprimen en las ramas que le ahuecan el ala, me lo contó un pajarito, "como el escorpión que pica a los que nada le han hecho a sus vecinos." La sospecha lo aleja de sus enemigos que matan a dos de ellos de un tiro, por andar de capas caídas. Al final se abrazan todos como pájaros hermanos para la foto del cuadro torcido de la pared .


Tuyo, un pajarillo


Baldosia ©


Heredia, Costa Rica

Miércoles 31 de Julio de 2019

A las raras,


A mis distinguidas amigas nanas que toman el té, observando imágenes surrealistas. Viendo sus series favoritas sin censura, se mecen en los columpios dejándose llevar por el viento. Arrancadoras de hojas inmarcesibles que las dejaron plantadas una vez. Rastreadoras del imprescindible lugar de las Mariposas amarillas y Dormilonas como las Mimosas vergonzosas, las manoseadas del suelo que se fueron volando por ahí.


Trepadoras de montañas rusas que miran hacia abajo, les dan "el saludo al sol" con Asanas que miran hacia arriba. Suspiradoras de aires frescos con rótulos utepils. Mastican chicles haciendo bombas que cubren sus caras asombradas. Juegan a atrapar salamandras con chiquillos necios, se esfuman con las niñas de colas grandes en el sube y baja y se apartan de los feos golpes que les dejan moretes.


Leen a solas en sus partes íntimas y de vuelta regresan más relajadas, en una nave espacial. Se visten a la flor de la mañana, como amargas amapolas que atrapan a los gusanos y como Dioneas atrapamoscas de vez en cuando . Se desnudan en el río sin lagartos en la orilla. Cuentan con los dedos, sin que las vean las Sofias y hasta se flipan las manzanas de la maestra de la escuela. Reciben ósculos negros cuando se ponen pálidas, de cuatro les jalan del pelo estudiando en camas verdes. Gemidoras como perras en celo, se ponen en modo avión cuando salen de viaje. Locas falaces provienen desde lejos con tupé y "SAY NO MORE."


Tuya, la rareza


Baldosia ©



Heredia, Costa Rica

Domingo 4 de agosto 2019

Un paso en falso,


Un comprador de vacas flacas fornicaba en sueños con su mujer. Viajaba al país de los pastos grandes en un bus. Se acercaba al prado que tenía de vista, al llegar a una granja desconocida. El momento preciso en que los ojos del hombre se le iban al verle pasar, se ponían en blanco, tirando los dados de tahúres en el dominó de las tres. Tuvo entusiasmo como la luna pasando por las fases de plenitud y de vacío. El no estaba más que de paso y debió devolverse a su casa lo más pronto posible. Comenzó en la escuela de derecho rompiendo la ley de sus encuentros, como un héroe seducido, se ha perdido en el camino torcido a causa de una falsa aurora. "Un mosquito ahogado en la olla de leche" por verle ambas tetas mojadas. Ha barrido los lastres de su corazón, buenas o malas se manifestaba su valor cruzándose con algunos toros. Si regresara a los años de antaño, se encontraría en el vientre de su madre como un niño en una danza del sol.


El juez estaría con él en su juicio final, hasta el día de su tumba, ya que "donde hubo fuego cenizas quedan" . La procesión irá por dentro, pero "la soledad es más valiosa que una mala compañía", decía una sola frase en esta carta, sin estampilla del remitente. Y el ladrón ávido aparecerá a cada instante con el "contrato leonino" en la mano .No hay en él nada que falte, pero no puede haber tampoco nada que le sobre al sobre. Un truco de cámara le hizo olé por un lente de Diablo con cuernos y cola.


La rana de su alma atada al ratón de su cuerpo, con una tira de cuerda. Su señora de aspecto tatuado, cargaba con el muerto y también dormía con ganados de otras especies. Así los llaman a los ingenuos que se animan donde los ángeles no se aventuran, cuando se salen con la suya, una vez que entran por la boca del lobo.


Tuyo, el pastor


Baldosia ©


Heredia, Costa Rica

2 de abril 1952



A todas las Marujas,



A todas la Marujas que se sientan aludidas y al resto del abecedario femenino, hago pública esta carta de un autor desconocido que a continuación transcribo…

Por necesidad inaplazable que siento de decirlo; quede escrito lo que hablado ha venido entrando por un oído y saliendo por el otro, siguiendo la trayectoria de las palabras necias.


Nuestra casa,

Hace ya tiempo dejo de ser hogar acogedor donde se desea permanecer o al que se anhela regresar.


Usted.

Cada día más lejana, menos esposa mía, no es aquella mujer, mi confidente, mi amiga, que razonaba con la misma lógica que yo, y compartía mis sentimientos. Que si no era el ama de casa ideal, se interponía su esfuerzo y las cosas marchaban bien.

Con profunda pena veo que todas esas cosas, esencia de la felicidad y la armonía conyugal, van rodando por la pendiente de la despreocupación y de la incuria.

En cuanto a su hermano, si bien es cierto que su inconsecuencia y su grosería resultan intolerables para mi, por razón de delicadeza de sentimientos. Todo se podría soportar si no fuera por su actitud mental de tolerancia y complacencia incondicional para todo lo que de él venga. Su reacción al caso: Que quiere que haga; Que yo no lo quiero. Es mi hermano…Su lógica actual: hay que aceptar sumisos sus atropellos, aunque en ello vaya nuestra felicidad.

“Y el hombre, como el matapalo va estrujando palmo a palmo nuestra vida.”


Yo.

He vivido meses en la ignominia que representa sobrellevar una situación absurda queriendo conservar una actitud lógica de cordura y sensatez dentro de un ambiente de desbarajuste e inconsciencia. Yo he sido el payaso serio y semitrágico de esta farsa; como tal hago mutis.

En adelante seré el espectador despreocupado. Me doy cuenta de que sido un ingenuo, eso es tristemente cierto, pero ahora, se acabaron los consejos, los reproches y los sermones que no han servido sino para llenarme de amargura.

Para nuestra tranquilidad; ha llegado el momento de que yo tome las cosas como son en realidad y haga mi vida dentro del marco que las circunstancias de esa realidad me lo permitan. Para ello, ahora estoy moralmente preparado y convencido.

Att: Autor desconocido


Baldosia ©


Dramático


Las Picarescas

El abad


Acto 1


Solía ocultar mi mano izquierda,

Sacando a veces “piedra, papel, tijera”.

Visitaba al abad para que me diera suerte,

de poder conocer la llama que latía en mi pecho.


Agujeros negros


Acto 2


Entre besos de agujeros negros,

están los hombres de Marte y las mujeres de Venus,

mezclándosenos en el espacio,

a la misma hora y por el mismo canal.



Oso rabioso


Acto 3


Aquel entró como un oso rabioso,

escarbando la comida por debajo de la mesa.

El tiempo le resta hasta la media hora y, por ende,

le tocan la puerta al bombero, que apagaba un incendio con su manguera.


Moraleja


Ahora llamarse quimera y de apellido suicida, es como aventurarse con hadas extrovertidas e insecticidas, de mieles de abejas picarescas en flores “nomeolvides”.



Baldosia ©

Relatos (2016)

Crónicas de la vida social.

La tuerca



En la entrevista por la mañana cuando comienzas hablar, parece que te huele a mierda la boca y no te has lavado los dientes. Cuando llegan las moscas a la mesa, la reina se queda atascada en una telaraña, una se hace la mosquita muerta y las otras se sumergen en la sopa boba, usas el matamoscas con la muñeca del ventrílocuo. "Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, cuando haces un aspaviento de la nada y te quedes sin aliento. Después llega mi madre enloquecida y me alza el pedo, Doña Dolores llora lágrimas de cocodrilo y no encuentra su cola, se irrita y se le sube los sumos a la cabeza, estallando como una olla de presión por su depresión. Ella parece que vuela con la escoba y ni siquiera sabe que es una pobre bruja. Mi hermanita pequeñuela la avientan contra las paredes de su cuarto cuando no hace caso, se pone triste. Sale a la calle sin permiso, se llena de barro la ropa y su cara. Tengo dos mascotas: una gata egoísta y una perra envidiosa. A mi gata le gustan las arañas que aruña con sus uñas. Cuando llega la noche se tira por las latas pasando desapercibida del gatopardo. Mi perrita extrovertida mira por la ventana cuando cae la lluvia, le tiren bocadillos y se pone contenta. Descansa en la cama, descansa en el sillón, se esconde debajo de las cobijas haciéndose la desaparecida. Hace una gracia en el suelo y María da las bendiciones. Tengo un pájaro, perdón. Hay un perico que se refresca las plumas cuando le cambian el agua, le ponen las semillas en su jaula. Paco es mi hermano pecoso, le gusta los Quipitos de golosinas. Sus amigos lo buscan para jugar a la pelota, es callado y taciturno. Lleva su goma de mascar en el bolsillo y unas revistas de Periquita, Roy Rogers y Archi. Le andan persiguiendo algunas ropas tendidas o las viejas de patio que le sacan los trapos sucios, como aquelarres de aguafiestas atentas al correveidile. A mí me llaman la tuerca y soy un poco terco, a veces tengo arrebatos en el amor y quebraderos de cabeza. Cuando voy al trabajo, me lleva el que me trae; la cazadora y el estrés del viaje. Al llegar a los campos de concentración se te hace familiar la celda y te recuestas con caracteres de dormido en la computadora, cambias de personalidad y ya estas ocupado. Entra el jefe malhumorado ese temible bastardo que se cree mucho, caminando con una falsa seguridad en sí mismo y en su ficticio poder. Cierras una puerta y se te abren muchas piernas con el tiempo. Vuelves al pasado a buscar lo que has dejado tirado, llevando un talismán para la buena suerte y para la mala racha. Aquellos que lanzan la toalla, se arrastran por el suelo y se meten en enredos. Cuando estás en una fila disimulas haciendo el papel del hombre invisible. Cuando pasa un camión aplasta ratas el chofer apoya su brazo relajado, ni cuenta se ha dado, pasa un perro y la huele. El bufón del show termina su número con un truco de magia, haciendo desaparecer a la gente en el momento que recoge el dinero con su sombrero. Y al del calzón quitado, que lo diga su mujer que no se ha quejado, se lo quita con cuidado y sin excusas. Si te topas con un chamaco que tiene una pistola de agua, le arrugas la cara porque te habéis comido un chicle pogo. Para aquellas que se dejan los pelos abajo y para los que hablan sin pelos en la lengua, también hay rasuradoras y limones que quitan los malos olores. Para el quita estrés, sacudirse la greña en un concierto de rock, echarse una paja cantando ópera en el baño. Así lo decía mi abuela y también las estadísticas de las esquinas, señoras y jovencitas, las monjas y viejitas. Si me considero un extraño, seré un artista de antaño, un granuja pagando los platos rotos. Me han robado el corazón, pero no soy un delator. Pagar en especies y pasar la brocha dos veces por el mismo lugar. No soy la comadreja de nadie, porque no te has puesto en mis zapatos, ni te quedarían los de Gulliver que viajó hace rato. Hace tiempo que nos mudamos, nos hicimos una trenza entre lazos cruzados. Esa sabandija le causa risa a Jacinto, por echar basurilla al suelo . Eres como un perro fino sacando la cabeza por afuera y a veces como una Tortuga sino te apuras a meterla. Nadie se puso de acuerdo, “unos por otros y la casa sin barrer”. Estas en un callejón sin salida, no tienes otras alternativas de ser un sinvergüenza. Eres una sanguijuela, sacaste una “maestría en descarríos con énfasis en rarezas.” Tienes mucha tela que cortar, pareces costurera o sastre. Esto me parece un mercado negro en una choza de espantos. Y si robas, asegúrate de echarte bien la plata a la bolsa, “porque los de arriba siempre se sientan en los de abajo”. Estas en la tienda de la verdad, pero no buscas la verdad verdadera, sino más mentiras con patas cortas que se venden como Mokitas. Si vas distraído por la calle te tropiezas con alguien, se te caen las hojas y los dos se agachan a recogerlas, se miran a los ojos por unos segundos, se vuelven a ver de reojo, girando la cabeza hasta que se quedan como puntos en el camino. Estás de paradas y te aparecen furcias y hadas. Eres un abstemio y a veces te vas de patada larga. Te comportas como un caballero de la triste figura y parece que buscas damiselas sin sentido, pero nunca dejas a tu querida dulcinea. Hay lencería barata, hasta lo ves debajo del mantel o por la hendija de un burdel. Te canta serenata la gallina ciega con piñata, el gallo y la bocina, cuando llegan a venderte unas ricas gelatinas. Puedes ser un afeminado o un D’Artagnan malvado, ser como Robin Hood o un romeo enamorado. Te dicen hasta la vista y la otra se alista para tirarse desde un puente de plata. Tu maestra es como la dentista de mi enfermedad, que me salió más cara que la medicina y por abrir la jeta me costó un ojo de la cara la verdolaga. Fin.


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Hazaña Escénica del Estudiante


Se abre el telón y sale a escena el estudiante, como un rayo para irse a estudiar. Se alista rápido y se toma una taza de café sin desayunar. No tiene mucho tiempo y los minutos le pasan volando como alas fugaces. Se despide de la familia y se despista de las visitas ajenas que llegan a interrumpirle. Les da un beso a sus animales y luego tira la puerta con pasajera rebeldía. Se para en una caca putrefacta resbalándose al instante. También se le incrusta una piedrilla cuando llevan hambre sus zapatos. ¿Y a ti te pasa lo mismo?, soy otro estudiante caminando con intensión de tomar el autobús, pero siempre voy guindado en la puertecilla al aire, cuando puedo alcanzarlo. Los pasajeros de pie, viajan como sardinas enlatadas. Algunos estudiantes se tropiezan al bajarse, se les riegan los libros por todos lados y a otros les sale volando el móbil por un caño , se te quedan viendo los que te pegan baño y los que me brindan una mano amiga . Al llegar tarde a la Universidad, algunos alumnos entran con dolor de espalda y cabeza a la clase de física, otros a la de historia y sin mucha memoria le hacen mala cara al profesor, también algunos compañeros se ríen del papel que hiciste. Se levanta a menudo el alto de la clase para sacar el forro, por debajo de mi pupitre se ven unas hermosas vistas con binoculares. Quiero escaparme con unos camaradas a fumarnos un cigarrillo, de esos que dan risa. Los cuadernos se me juntan con la boleta de inscripción dentro de mi mochila. Arranco las florecillas una por una y me hago un test de amor para saber - ¿si me quiere o no me quiere?. A veces me pongo cariacontecido y reflexiono al final del día, pero pienso que no vale la pena deprimirse por nada. Se me acabaron las provisiones y no tengo nada que comprarme en la baratija. No me queda otro remedio que "comer la gorra", vender chicles en mis tiempos libres y ser como un ratoncito que vive dentro de una caja de galletas. Me siento como un niño en el primer día de clases, sumamente perdido (a) cuando entramos en materia. Sin embargo, disfruto de los momentos únicos que vivo. Entro a las redes sociales a leer las ocurrencias de los demás, no puedo dejar de compartir los relajos con screenshots ¡Jajaja!- se ríen y me responden mis amigos con guiños graciosos . Me pongo mis audífonos y escucho la música que está a la moda . Le escribo una carta de amor a la chica que me gusta tanto. Mis planes están tachados en una agenda que siempre uso. Ya casi termina el cuatrimestre y no puedo salir mal en los últimos exámenes de conciencia . Me advierten de llevarme al buen pastor sino hago caso. Tengo que avisarles a Roberta y a Fernando, mis contertulios que me acompañan siempre. Mientras tanto, me iré a leer un libro bajo un árbol, "feliz como una lombriz", esperando al gato con botas que llega a visitarme a diario.


Escucho el quinteto de las truchas, sintiendo el júbilo de los pájaros en mi cabeza . Me quedan muchos elefantes por contar en la tela de una araña. Me mantendré al margen de la política y a su estúpida ideología que no es de mi incumbencia. De no entrar “como pedro por su casa” en las huelgas de hambre, "prefiero morir de pie que vivir arrodillado".Tengo la mente abierta, no me junto con los de mentes cuadradas, ni me rodeo de los triángulos amorosos que están en círculos viciosos . Me mudo con mi cajón de sastre y con mi timón a otras partes más tranquilas . Tengo que exponer el Lunes y parezco un espantapájaros al despertarme. Por suerte llevo mi papelillo de recordatorios, por si las dudas. La gente sigue hipnotizada por la estupidez que les merodea sin sentido. Yo me voy a los murales a manifestar mis protestas. Está "prohibido prohibir" lo que pienso del maldito soldado que empuña su arma contra su pueblo. Me lavo las manos cuando me saque una A sin saber ni J, por H o por B.


Me parece que aquí hay gato encerrado, me robaron la silla y hoy no me siento bien. Esto también pasará cuando observo el anillo. Llega una felicidad, la invito a pasar a las aves que no se asustan de las balas, ni de los policías, ni el ladrar de la jauría. Llega una depresión, la recibo en la puerta, viéndome la invito a que entre y después se va. Ahora estoy a salvo con mi trébol de cuatro hojas “por quién doblan las campanas, al salir de clases.


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Microrrelatos (2012)


Antología

LAS TRES GRACIAS



Pescaba curiosidades en un mar de dudas. Los cánticos de las sirenas les llegan a las tres gracias y a María del mar, soplando "viento en popa". De noche mi timón navega sin amarras y sin vergüenza por andar descalza. Esperando en una banca aquello que nunca llegará. Pasa la desolación y la frustración con cara de esperanza, con la briza y la venganza, se reúnen a conversar con la nostalgia. Desde luego, llegaba la locura y la señora maestra de los asuntos reales, que se expande en su camino. Su parafernalia y los malos presagios que ha encontrado en un entierro por una calle solitaria. Y el paraguas abierto dentro de casa deja su misterio en el espejo roto de la sala, cuando soñaba con agua turbia. Suena para Elisa, la cajita musical de Beethoven, acompañando sus desgracias que nunca vienen solas.


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EL PAÍS DE LAS VENTANITAS SEPIAS


Se me empaña la vista con nostalgia de no sé qué. "Estoy a dos velas" con mis cubetas al lado de mis pies. Se ven algunas costras y capas de suciedad por las orillas pequeñas. Detrás de ella hay algo desconocido y por conocer, al pie de la letra oscura y misteriosa que pasa por la pista de una curva. Nos dijeron una vez, que era una escuela donde se escuchaban muchos aplausos, desde A hasta la U. Yo con recelo le pregunté a mi Mamá que estaba pasando.– Ella me dijo, que allí daban clases de inglés y de canto todo el día, pero todavía me quedaban algunas dudas por saber. Mi labor era solo restregar con un trapo de jabón, desde arriba hacia abajo, toda la ventana sin descuidarla. Ahora quiero "pirarme" con esta y con otras ventanas que están de par en par, donde les ponen más atención de cerca. Al terminar las clases se cierran las ventanas. Ha esta parece que la dejaron abandonada y manchada, tomándose también un aire fresco. En aquel entonces hubo mucho movimiento, pero mi Mamá me decía que las clases eran intensivas, para alumnos que querían pagar por horas y , desde luego, creí en sus cuentos. Ya parece que me puedo ver como en un espejo, pero todavía me falta quitarle el polvo que sale de las esquinillas. Al final le pude pasar los dedos, haciendo caritas con gestos. Esta ventana se tomaba las cosas muy enserio. Ahora quiere hacerme su dueño en “el país de las ventanitas sepias”. "Se le va la pinza" al llegar los pájaros que se meten por un hueco, aunque ya no está tan sola. Yo la dejaré como nueva reluciendo de maravilla, y sea lo que sea se verá como "los ojos de mi alma."



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EL PATIO DE UN MUNDO CRUEL


Le he dado muchas vueltas a esa que trae espantos a mi casa, a la sombra perpetua llamada “muerte” que se presentó como una figura siniestra. Su mirada oscura me causó pensar en eso que me hacía falta tener. Solo tengo una salida, terminar lo que comencé un día. Es como una película movida, donde disfrutamos con palomitas que vuelan entre los árboles. Todo lo que fuimos una vez se ha ido para siempre. Así nos despedimos con la mirada hacia abajo, la depresión en alto y el mejor traje posible con el pasar del tiempo. Tenemos el canto de los pájaros y el sonido del arroyo que proviene del silencio. Llega a donde estoy con el mismo visaje al interior.


Estoy en la orilla de un vacío arcano. A ciegas nos engendran los demonios y los ángeles guardianes. Ese sorbo de la muerte que se disuelve con el dolor de mi alma. Nos lavamos la cara con vergüenza y miedo. Tiramos la última piedrilla que revota sobre un pantano obscuro. Así nos visita la tristeza el avión de papel que llega como una carta. Comemos del plato, el pasado disgusto. Nos dan la primera lección y la última razón de vivir la vida.


Nos ponemos la soga en el cuello para irnos por siempre al otro mundo, dejando escapar la soledad que nos añora sin tregua. Regresamos a la cámara del tiempo. A la izquierda parece que un ciego nos mira con el corazón en la mano.. El abismo esta cerca cuando te ¡garúa finito! y llegue la hora de la verdad, para estirar la pata. Regresaremos a la infancia para recordar las imágenes que veremos en 3-D, por el view-Master que nos regalaron una vez. Adiós mundo cruel.


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EN UNA AGUJA


Estoy llamando a su puerta y ella no estaba preparada para recibirme. Me hizo la cobra y el abrazo del Koala, al rechazarme con desaire. Me tomó como una marioneta sin darme cuerda. Una luz me tomaba por sorpresa al instante. Me dejaste en visto sin haberme leído lo suficiente. Dar “una de cal y otra de arena” a la sirena de los cabellos largos, que se fue desesperada con una flor en el ojal. Nos recuperamos como bolitas de hilo en el pasillo de las morcellas, como muñecos de trapos en la sala de espera. Me punzaste con la agua en un pajar al buscarme, para coserme la herida. Parecía un harapo cerca de un reloj que me miraba con ojos de izquierda a derecha. Nos faltaron los puntos suspensivos, de misterio y terror. Como juguetes que no valen la pena, y sin decir adiós se fue con Helena. Sin embargo, no era tan buena, como dijeron las malas lenguas.


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EN BUSCA DE SERENDIPIAS



Estaba desapercibida esa noción de hace tiempo, como si estuviera encogida con tristeza. En alguna parte desmesurada, yacía la búsqueda de mis bagajes. Esas cosas triviales y pasajeras que no tienen nombre. Aceite esencial de bergamota y un aroma de sándalo que cala en mis recuerdos. Sus hojas caídas en un itinerario de sueños en el tiempo. Aquellas primaveras de diferentes estancias y de otras quimeras. Algazara fuerte lo que hemos vivido, siendo transportados a un momento del pasado. De pasajes existentes y formando parte de un equipaje antiguo. Como un día roto se queda en la biblioteca de nuestra vida. Cruzamos las miradas y nos da la curiosidad, de llevar expectativas en cada detalle que nos interrogamos. Al final un sueño extraño, se va doblando en cada esquina y en badenes de distintas formas de vivirlas.


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UN TROCITO DE PAISAJE



Desde mi lecho estoy solo con mi soledad y sin esperanzas de tenerlas. Avatares del camino, están en mi destino. El buzón de la esquina esta solitario y no le han llegado cartas. Al extranjero, lo llevo arrastrado sin comprensión de idioma, cuando viene desde lejos. La lectura para los ratos perdidos, el agobio pueril dentro de un tiempo extraviado. No se puede respirar a gusto en buenos aires, hasta que aterrice el avión. Guardo las distancias y no me junto con extraños, pero sigo libando mi café a primera hora del día. Tenemos valijas por hacer y el mundo loco de afuera se nos escapa de las manos. En el andar, busco sorpresas anónimas y me sorprende un paraguas cuando se abre, sin decirme adiós. Se va como una avioneta en un trocito de paisaje.


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LA SEÑORITA DEL MAÍZ


La señorita del maíz llega sin pedir permiso al paraíso de sus vicios. Llamando la atención de la planta eréctil de las noches largas. Se le hizo agua la boca cuando se quitaba el calzón empapado, por el tatuaje de VERANO que tenía entre sus nalgas. El más grandote a quemarropa, la tuvo como loca entre las mazorcas presentes. La doncella estaba de buen carácter y sin enredaderas. Se atrevía a manosearlo y lamerlo entre sus pechos. Soñaba con los gavilanes de pistolas fascistas que administraban la finca, metiéndose los dedos mojados que enloquecían a la bestia peluda.

La dama de los beneficios de harina, salud y amor iba al grano, esperando su REGALOTE favorito el día de su cumpleaños. Libre de gluten y con alta fibra de maíz dulce, para sus tejidos de canastas, sombreros, coronas y muñecos que pintaba con la mano. La artesana sexual con atributos que le adornan, pudo ser muy útil y sutil para sus maíces tropicales.


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MI GLOBITO SOLITO

Me voy por la senda de un niño de 3 a 5 años a buscar mi globito perdido. Aquella tira amarrada de una piedra que la sostuvo una vez,y que después se fue soltando de mi brazo izquierdo sin querer. A mi amigo fiel lo aprecio tanto, que siempre lo recordaré cuando jugábamos juntos. Le contaba historietas amenas de sus globos fantásticos. Era de color rojo y tenía una gran sonrisa de payaso, con bigotes largos. Mi globo se fue esfumando por el cierzo de las nubes, hacía una inspiración muy lejana sin dejar su rastro. Se alejó poco a poco del calentamiento global y de la misma razón que yo, quería irme para siempre con él a respirar aire fresco. Tengo la esperanza de que volverá pronto conmigo. Probablemente estará con alguna globa bonita o con sus globoflexias favoritas. Seguro se quedó atascado en un árbol de río y lo atacó un garrobo malo. Quizá se englobo con otros globos mejores y de otras clases de colores en el país de ellos. Espero que no se haya metido en problemas, ni en peligros punzantes. Por el momento " lo que el viento se llevó " de su casa , fue su añoranza, sin percatarse de su entidad secreta. Involucrado quizá, con algunos globeros o con otros personajes de caricaturas famosas, de los diabólicos que se encuentran en una tienda de regalos y juguetes.


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LA ARDILLA SENTADILLA

Se levantó del nido a las horas del burro, saltando de un árbol a otro y llegando tarde a la escuela. Anda con los pantalones más arriba por que todo ha subido, sobre todo la comidilla. Mueve la colilla cambiando la rutina y quitando estorbos en las ramas. No se anda con chiquitas, ni con cuentos de ardillas. Le entra por un oído y le sale por el otro , lo que oye de sus crías; nacen sordas y ciegas. Dedica un poema con corazón de poeta, escrito en pergamino para su amada ardillita que viene a recogerlo. Se arriesga a no comer maní de otra y a guardar la cáscara que le sobra, para evitar a tiempo los celos de la hembra agresiva, si siente otro olor en la camada, de una intrusión que puede llegar a abandonarlo. No tiene preferidas que le convenzan más que las de otros contendientes de madrigueras. Le basta con los frutos secos que están en las cestas de picnic y una nuez que se encuentra por ahí. Se va a esconderla y no sabe que hacer con ella, " como el calcio en los huesos y como el hierro en el andén", regresará en busca de su mayor tesoro también.


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UN TÉ DE CONDÓN

Mejor el que no tiene anillo para que no se case todavía con la "asaltacunas" , que viene con profamilia. Por la mañana se toma un jugo de naranja, para mear y no echar gota. Se lo pone un ratillo y luego se quita la capa rota de Superman. Se aproxima la tormenta de los X- Men, al llegar primero la mujer maravilla, y sino el Profesor X se lo saca en cara, con todo y lentes. Cuando el trago hace cosquillas, afloja lengua y rodillas, "ella se lo pasa bien..., tú no". Se apura a regar la tierra, entre las montañas abiertas de Josefina. Se lo toma despacito, evitando que no se enfríe el tecito. Viste de sombrero y corbata con su camisa que se desbarata. Se echa rapidines a solas en los matorrales del cafetal. En los flirteos callejeros y en los lugares públicos. Mejor que ella tenga la cara limpia y que siga usando las mascarillas que más le gustan. Si ya le encontró "un cocodrilo en el bolsillo" , no le ha visto todavía su tira cómica. Tomando mucha agua de pipa y sin darse cuenta de sus mitos que por afuera se juega. Ya veremos lo que les pasa a los mutantes inexpertos a la hora de usar sus poderes de superhéroes.


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El DIABLO ESCONDIDO

¡Que Dios nos agarre confesados! a todos los engañados en esta sala de averno. Pesadilla que me desvela en una noche del demonio. No es nada lo del ojo que tengo abierto, o si tengo memoria de elefante para no darme cuenta. Hay mosquitos que me molestan la vida, me sacan de las casillas cuando pierdo la cabeza. Así nos lavan el cerebro con promesas y pantomimas, que también se aprovechan con el diablo escondido. "Cambian de caballo en medio del río." Se sacuden las alas disfrazadas que sacan del ropero. Bajo "el efecto Esopo", los lobos se visten con piel de oveja para dar sus discursos aprendidos en ese mueble de madera que culmina con escalofríos. Esos espanta niños que asustan con risas que abundan en las bocas tontas.


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LA FLOR DE LOS DESEOS

Soplar las pelusitas blancas al viento para los anhelos en mente. Cerrar los ojos y dejar ir los pensamientos que alcanzan a la persona amada. Esas que vienen como vientos alisios del país de las maravillas, disfrazadas de hadas en un cuento para dormir. Sus pétalos que nos traen la suerte, las soñamos con recuerdos de la infancia, con las temporadas primaverales y con el verano siguiente. Algunas amistades envidiosas que las rodean como: las Margaritas sencillas en estado puro, la Lavanda de la pureza que limpia la ropa sucia, los girasoles que miran el sol con alegría "Winnie Pooh" y que sacan sonrisas a cualquiera de las niñas. Los Jazmines que decoran los jardines secretos y con buen perfume en los bailes de graduación. Doña Hortensia, protagonista de las bodas para sus hijas que están comprometidas, las Gardenias que tienen un amor ideal para las lunas de miel, Lili la que cuida tu melena larga en los asuntos de cosmética, y las Garberas más populares del mundo, viajando con glamour en limosinas finas y que pasan por las alfombras rojas de los Oscars...olvidando la nobleza de las Lis con dientes de león.


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LA DUEÑA DE LA CARRETERA

La Fulana que distingo por el espejo retrovisor, era la dueña de la carretera. Sacaba su pierna y su dedo pulgar con atrevimiento, pidiéndole ride a los viajeros de coches al volante. Solía convertirse en una fiera traviesa, por la sarta de cumplidos que le arrojaban los casanovas pervertidos. Unos cuatro jinetes apocalípticos se acercaban por un tramo de calle para echarle los caballos. La culpable de felonía y de las buenas pistolas que lleva mecates para follar con los jinetes. Un donjuán era testigo de lo que vió en escena. El del caballo negro con hambre se puso detrás de ella, el del caballo rojo quería atravesarle la espada por delante de la guerra, el del corcel pálido le quiso dar un infarto por su lengua asesina, y por supuesto se atravesó "el matalances" del caballo blanco en el truco o trato. Cierra con broche de oro la película con su foco de mano.


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LOS NIÑITOS LUNARES

Son los niñitos que viajan tranquilitos por el espacio exterior. Indagando en los lunares de la piel humana y en el polvo de las estrellas mágicas. Son los que van más allá... del amigo silencio . Entre los meteoritos, surcando las galáxias y las odiseas en sueños profundos. En estelas celestes que orbitan dentro de su mundo al unísono. Un niñito solito de cada uno que busca su propio amor, el que no se detiene por nada, sino para filosofar. Lo que llama de su corazón es lo que dicta el sol y por el otro lado ahonda la inspiración que le transmite la luna. Los niñitos de los lugares que ejercen misterio, no saben si existen, pero son atrapados por su gran imaginación. Son los dueños místicos de su sencillez, de la soledad vagabunda que llevan dentro de sí. Los que se caen de la cama muchas veces, de tanto soñar y soñar. Les llama la atención las sinfonías de los grillos en los arbustos. Se ríen solos con las luciérnagas que aparecen por las noches. Su prioridad es ver pasar a una estrella fugaz, para invocar su deseo y seguir el itinerario final que acaba con su arcoíris. Lo que mengua de sus habitaciones son sus libritos que los llevaron a vivir en otros árticos infinitos.

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ESCLAVOS EN DESAMPARADOS

Desde los 8 años de infancia dormía un niño piedrero en los cartones de las calles, Miguelito, conocido como "el Matapobres." Este de un sillazo lo dejó sin anteojos a un carajillo de la escuela. Andubo antes en esos ambientes con la cuadrilla de los chapulines colorados, pero no contaban con su astucia. Iba a los localillos a jugar sus jueguitos electrónicos con el de Pacman y con el Mario, antes de ser mayor y después de caerse preso. Pero que ¡Qué tiempos aquellos! - se decía a si mismo. No les comió gallina a los indigentes que también dejó botados en el Túnel zurquí, cuando los tomó como sus rehenes de una construcción en el centro de Desamparados de San José, Costa Rica. La propuesta final fué de una golpiza y un balazo en la pierna derecha al darle las malas noticias a su jéfe. Al final el que salió rascando fué el reportero por sus malas preguntas en la entrevista: ¿Si usted se arrepiente, ¿Si usted se devolviera al pasado? e hizo que su carácter del "Matapobres" se pusiera de mala cara con él, como de "abuelito dime tu", por el chorro de babas que ya se sabía de memoria y que le faltaba por reconocer en su contra.


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LA NIÑA COLOR VERDE

La niña color verde aparece con su linterna en el atrapasueños. La duendecilla de la noche picante y de las ensaladas verdes. Tiene la chispita en los estribillos que suenan por los pasillos de mis ensueños. Quizá vaya a las fiestas paganas que están cerca de los sauces. Es la hijita de un hada madrina que colorea las mandalas de los cuadernillos tristes. Es la que toca la flautecita de las notas mágicas en el solsticio de verano e invierno. En el riachuelo de una piedra abandonada con sus ojos de esmeraldas. Anda invisible con otros duendecillos enemigos del Grinch en noche buena. Cuidadora de la naturaleza que yace en ruidos de alacenas, sótanos y cuevas. La geniecilla misteriosa que se alarma por todo lo que le rodea y que pasa desapercibida por las paredes de mi cuarto. El que cuida a todos los niños en las canciones de cuna cuando no se duermen a la hora "que viene el coco". Tiene duende la abuela cuando le hacen las trenzas en sus cabellos de plata para que luzca mejor con sus bufantas en la silla movediza de la fogata.

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TIENDA DE LAS VOCACIONES

Pedir brete ya no es tan sencillo como antes si logras pasar a la tienda de las vocaciones. Hay clientes haciendo colilla esperando una oportunidad para que abran las plazas. Esa frasecita de "no nos llame, nosotros lo llamamos" ya pasó de moda entre la ropa que cuelgan. Algunos están en otros estatus elevados y con más idiomas, pero el contrato no llegará a la puerta de su casa. Controlado por una cadena de títeres que por dentro ponen otras caras y que por afuera se quitan la máscara. El traje manipulador de la oficina que apesta al pasar con olores extraños. Todo eso solo para echar a los presidentes a las carteras que nos deja sin un 5. Ese tiempo malgastado de los jóvenes cuando llevan los papeles en las manos. Esa mezquina comida de la tienda que no te apetece un mejor futuro y que no te asegura nada exquisito en el plato. Ya no hay cupos y todo estará saturado para los puestos que ofrecen. Esos que te hacen ver más bizarro con el micrófono en la mano, con tizas en las pizarras o con malletes en las salas de las cortes. La aburrida serie que lo atrapa a uno para firmar el contrato por primera vez y que no se sabe cuando se sale con cara de liquidado. Las filas de las personas en las ferias de empleos con hojas de vida e impresiones falsas. Aquí se encuentra lo que usted quiere, si lo que cobran es entrar. Los callcenter solo brindan el servicio al cliente con poca información según el protocolo. A unos muy sobrecalificados no les conviene aplicar, en cambio a otros les falta más estudio y no están aptos para el perfil. Las excusas con el English siempre estarán vigentes con pocas posibilidades de calificar a otros puestos.

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UN ALUCINADO TIEMPO


Todo me parecía bonito volverle la espalda al tiempo, aquella vez quedándome solo y abandonado contando hasta cien. Se separaron de tus manos por descuido al jugar a las escondidas con ellos. Te diste la vuelta para ver hacia atrás y luego a ambos lados para buscarlos, pero ya no había nadie en esa esquina borrosa del parque. Lo primero que sentiste fue un susto inexplicable e inseguridad de no verlos más. Olvidaste seguir el consejo de buscar ayuda a un policía, como te había dicho tu mamá al oído si estuvieras perdido en algún lugar. Te sentaste en el piso a esperar aquellos minutos que llegaran por ti, pero fue inútil la espera, no sabías a que hora ni tampoco adivinar donde localizarlos. Intentaste llorar y correr hacia un camino imaginario. Seguiste la brecha caminando entre la gente desconocida. Así reconociste estando perdido al veros en un mundo nuevo. Nunca dejabas tocarte la cabeza por los viejillos necios, te los capeabas a todos de un meneo. Te recordabas de los momentos felices cuando te alzaban a caballito en los paseitos amenos desde idas y vueltas a la pulpería. También te llevaron de la mano entre la multitud de la gente que andaba como loca por las calles, te parecieron todos extraños como unos dinosaurios cruzando la ciudad. Ibas pensando en aquel juguete favorito de la ventana que amabas tanto. Nunca te soltabas del brazo de tu mamita y esa fue la última vez que supiste la razón en que todo cambio para ti. Aquellos años que te alejaron de tus padres es la misma búsqueda del niño huérfano de hoy y que ahora de viejo con anteojos enfrentas con ellos.


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EL GIGANTE TÍMIDO


La noticia del gigante tímido con la paciencia gigantesca se transmitió por el canal. El viento abatido y errabundo que silbaba por el jardín de un tejado. El gigante que no tenía amiguitos en sus recreos y que se iba a esconder triste debajo de un tronco. El era muy bueno y le llamaba mucho la atención los desfiles de las hormigas que iban pasando con las hojas secas. Un niño pequeño se acercó con su paraguas para hablarle desde un hueco que se asomaba. Algo le decía, asi mismo...¡tan grande y llorón!, esa voz del amor que provenía de un gigante espiritual. El gigante afligido le contaba al niño que nadie quería jugar "Enano y Gigante" con el, por su mala conducta que les transmitía a otros enanos mentales. Ellos creen que soy el destructor de todas las cosas que existen en las aldeas. Las flores se marchitan al verme y los pájaros huyen al escuchar mis grandes zancadas. El niño escucho con atención sus desahogos y comprendió de inmediato su inquietud. Su afecto por el lo llevo a tener un gigante corazón, sintió su conmoción de tristeza en el momento que el niño le ofreció su amistad para siempre. El pequeño a pesar de su tesoro le invitó a jugar en su casa, donde existían animales de otras especies y con muchos juegos para los más gigantes.


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EL ARTE DEL MUCHACHO


El muchachito con disfraz de limosnero y la limosnera ciega tenían cosas en común. Se sientan siempre en ese lugar con su vaso de moneditas de toda clase. Su frase de "muchacho" es la tijereta picante que les llega a los oídos de la gente. Durante el día reconoce a miles de caras y las guarda en su álbum viejo de la memoria. A las 5 pm se retira de la muchedumbre que ha pasado durante el día. Está con diferentes muchachas todos los viernes mientras lo remplaza la vieja limosnera. El mismo personaje de la estatua pegada al suelo y de la pared, el mismo casett grabado que suena al aire y a todo color. Acompañan su blues con el peine y el arte de la mendicidad. Quizá no sea más que un pobre muchacho que existe ahora, pero tal vez llegue a ser un rico muchachón cuando logre pegarse el acumulado de la lotería en cualquiera de esos días que pasa la suerte.


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HONGOS DE PITUFOS

Érase una vez unos hongos alucinógenos que comí de un matorral, donde husmeaba a escondidas la imprescindible aldea del país de los pitufos. Los siete pitufos pecadores más comunes : El pitufo gruñón, que estaba siempre enfadado por todo ; Goloso, que le gustaba comerse de gula los pastelillos de fresa ; Perezoso, que tenía la pereza impregnada de no hacer nada de nada; El pitufo egoísta, con su avaricia de no querer compartir sus tesoros ; Pitufo vanidoso, con la soberbia de su espejo al sentirse más hermoso que nunca; el Pitufo Filósofo, con su trastorno obsesivo de envidiar el puesto de papa pitufo y la Pitufina lujuriosa y causante de los problemas que se metieron algunos pitufos. Otras generaciones de bebés pitufos fueron entregados al pueblo por parte de las cigüeñas en noches de luna azul. Gargamel, un brujo malvado que busca el ingrediente que le hace falta a su "sopa de pitufos" para llevar a cabo su fórmula mágica de la piedra filosofal. Un día de estos los pitufos se fueron de picnic a un lugar lleno de insectos, el columpio estaba roto y el agua fría, etc. Los pitufines piden ayuda al Pitufo Manitas para trabajar un rato en sus accesorios de camping, luego se van a descansar para continuar su jornada el día siguiente. La pitufina se encuentra un letrero que le indica un nuevo jardín de placer, con barbacoa, columpio, piscina y sillas. Y así estos pitufos dejaron sus aventuras en las memorias de cada uno con los experimentos de papa pitufo. Aquel pitufo bebé que llevaba la cigüeña fue extraviado en el bosque por culpa de un rayo y ahora es el pitufo salvaje de la historia que perece hoy en día.

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EL MIADERO DISCRETO


Se abrió un portal de jueguitos preparados por una gallina maestra, enseñando por delante al visitante con un letrero de "Cuidado". Una gallina negra muerta en la puerta que estorbaba al pasar por el pasillo que conducía a un miadero discreto, mientras que una gallina hechicera se iba de compras al mercado. La iba persiguiendo en el juego de gallinas para ver quién era "el más gallina" de los dos. Se detuvo en una esquina para observarme con intención de atraparme en su gallinero. Se carcajeaban de mí al llegar a la esquina de una cerca con alambres de púas. Se asomaba con su cresta para ver si yo la acosaba en el atajo correcto y si tenía las agallas suficientes para llegar hasta su cueva. Ella fumaba con mucho placer, luego de hacerme una sonrisa de gallina turuleca. Una gallina curandera que se ocultaba en un pasaje clandestino donde me estuvo cuidando todo el tiempo. La mamá gallina tenía las faldas largas, pero no se atrevía a mojarse en la sopa de pollo. La gallinita que cruzaba la calle sin miedo con sus pollitos que la seguían a donde iban sus plumas.



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UNA DRACMA EXTRAVIADA


Barrió la casa con la escobilla de palma y el ahínco de buscarla en un parpadeo de la luz de una lámpara de aceite. Por debajo de la cama se encuentra con un monstruo del espacio y con aquella impureza de un alma desaparecida en los escondrijos de la choza. Hace tiempos que no atina su tesoro y al parecer se lo llevó el ratón. Quizá fue a esconder " la mancha" en su escondite perfecto de la habitación. Tal vez no tenga la suerte de no ser más que una pobre samaritana, arrastrándose por el suelo con el sufrimiento de su cruz en un tintineo que yace de la obscuridad. El anhelo de poder encontrar la monedita perdida a cambio de un trueque que hizo con la molestia de su MUELA que puso debajo de su almohada. Al acostarse con su insomnio de la naturaleza pródiga que le exigió contar ovejas para dormir. Esa musa siguió hurgando en el amanecer que afanosamente encontró con alegría en el hallazgo que se daba por perdido.

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JUANILLA LA LECHERA

Juanilla quería casarse con el galán de su novela, el que le tuvo el ojo puesto a ella cuando la vio por primera vez . Perico, el de la nariz larga que trabajaba en una tienda de huevos, era el dueño de su enamorada. Ella iba a repartir la leche al pueblo para verlo más de cerca. Juanilla en su diálogo mudo se decía muchas cosas. Anhelaba que Perico le comprara el mejor vestido, la mejor sortija y que la viera más linda hasta el día de su boda. Juanilla estaba ansiosa en todo momento y por las noches su mente se iba a otras partes a fantasear con su bosquejo, desde su cuarto hasta el altar de la iglesia, escuchaba la frase querida de "ahora puedes besar a la novia." Adoraba que su sueño se hiciera realidad y complacer a su madre algún día. Aquel galopante del sombrero viejo que llegaba hasta su puerta a conquistarle con una carta de amor, tomando su mano izquierda para besarle y despidiéndose con un adiós. Se sentía como la Julieta de la ventana que llega a visitarla un romeo por las ramas de un árbol. Juanilla con el pañuelo de su llanto al extrañarle unos días sin verle. Descargaba sus monedas en "la fuente de los deseos", soñaba irse en una alfombra voladora con su Aladino de las mil y una noches en su luna de miel. Juanilla se despierta, cuando iba montada en su bicicleta antigua al legar al castillo de su amado. Al tropezarse con un asno en el pasto de una montaña, derribándole el cántaro de leche que llevaba en su cabeza. ¡ Adios, pues, huevos, sortija, boda; adios felicidad y contento del que nace para ochavo !. Juanilla dolida por la cruda realidad se fue a tirar la basura por el balcón.


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El MOSQUITO TRANSEÚNTE

En esta época donde el mosquito transeúnte es guiado por sus instintos naturales, se da la tarea de conocer lugares extraños en su corta vida. Apenas pudo beber un sorbo de sangre que se encontró en un cáliz de copa. Su panorama visual le advierte distinguir a todo tipo de desconocidos. Comienza aburrirse de los tres mosqueteros que lo ponen a la mira. Se entrena con su aguda trompeta de orquesta. El mosquito llega a conocer la cuna de un bebé, donde se queda jugando en el atrapasueños. No deja dormir a nadie por su estrepitoso ruido de zzzzz, cuando le hacen un aspaviento con la mano. Se acomoda con respeto en los cuernos de un toro dormido que le acompaña con brisas consoladoras. Huye de las charlas ridículas que interrumpen su misión. Se queda a solas en un techo como un pequeño murciélago. El mosquito transeúnte se sumerge en la taza del perro de un vecino. El mosquito se queda inquieto al entrar a los baños de un hotel, porque allí usan repelente para mosquitos. El mosquito muere de por vida por tener mala fama. Transmite su enfermedad por moda a donde nadie lo llama. Dejó sorpresas con el tiempo a pesar de ser un mosquito feo. Su factor de riesgo fue insignificante para algunos que le dieron la espalda. Se puso una vez a reflexionar la materia de sus enemigos O que lo quisieron exterminar una vez.

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LAS SUPERSTICIONES DE UNA CABRA

Ayer me levante con el pie izquierdo, sin darme cuenta estaba más loco que una cabra. Estará recordándome con una foto en señal de hipo despertador. Las cosas pasaron con el tiempo y nos trajeron algunas sorpresas. Nos quieren prohibir que hagamos malas artes y las terminamos haciendo. Cuando por fin se cruza un gato negro por la calle busca el zapato abandonado que nadie ha visto y no le vuelve a regalar más zapatos al que pasa por debajo de una escalera. En la casa del vecino se derrama el salero sobre la mesa un Viernes 13. Nos parapetamos tocando la madera y cruzamos los dedos para que nuestros deseos se nos cumplan. Al cenar cogemos un tenedor que se nos cae al suelo de la emoción al llegar a casa una mujer hermosa, pero se cayó el cuchillo y creemos que ha llegado un varón amargado, tal vez se caerá la cuchara y nos visitará un huésped de buena clase. Al final se nos caen solo las tijeras abiertas que llegan como bellas cumpleañeras. Las herraduras permanecerán listas en la puerta para que soplemos las velas en la fiesta.


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EL ZANATE DE LOS ESPEJOS


A lo lejos se vislumbra un zanate negro con ropajes azules, está un poco intimidado por el humano que le desprecia sin piedad. Se siente paranoico e inseguro de su título de nobleza por el juzgado territorio. Indaga con misterio la lluvia que le espera por la tarde. El ladrón de la comida de otros animales, el malhechor que daña a los cultivos de las mejores cosechas. Emite sonidos desagradables, escandalosos, agresivos y sucios. Dispersa la basura y acarrea con enfermedades infinitas. Asesino en serie que roba los huevos y pichones. Buscavidas de lagartijas, ratones, ranas, frutas y semillas. Proviene de los pantanos y manglares donde le asuntan con explosivos, espantapájaros y otras atrocidades. Nos acompañan como una sombra oscura que nos recuerda a diario lo que le estamos haciendo al ambiente. Son sucios porque nosotros ensuciamos. Expanden su distribución porque cortamos los árboles. El zanate, como nuestra conciencia, nos memora mediante gritos al atardecer que algo está cambiando y no para bien. Le atribuimos características humanas que odiamos en nosotros mismos. Entonces ¿debemos matar zanates o cambiar nosotros? echar al zanate enemigo de las cosas en el saco de las experiencias y aceptarlo como un compañero de espejo que tiene cadenas humanas.


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AURA DEL TIEMPO

Ha pasado suficiente tiempo desde la última vez que nos vimos en esas gradillas cómodas. Fueron muchas tardes placenteras que corrieron por nuestra aura del tiempo. Yo en ese punto de furtivas visitas como un pasajero de las cartas de moda que iba a recoger a mi casillero de correo. Las cosas cambiaron y me parece que fue ayer que nos conocimos sin ninguna clase de tapujos y excusas. La colocha que vestida diferente a las otras pasajeras de etiquetas falsas que quisieron jugar conmigo. Aquella merienda disfrutada en un recreo de tiempo limitado. Su bolso de Mafalda y sus ojos saltones que lucen su buzo de manta negro. Aquella pájara pinta que estaba sentada en su verde limón no vuelve a sacarse el clavo con la rama que corta la flor. Si hubiera una máquina del tiempo podríamos ir a esa época donde éramos inocentes, pero ese momento no pasará dos veces. Hasta hacer un alto en esta de estación y reflexionar lo que se guardó en la historia, con el pasar de la lluvia que tiene dos letras iniciales de "Tú y Yo", que están dentro de nuestra cajita de madera.


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MuJeReS De LuChA

Mujeres doncellas hechas de hierro llenas de heridas. Mujeres emprendedoras y virtuosas en la facultad de ser invencibles, con su hermosura y sencillez que crecen y se marchitan con el tiempo. Mujeres cariñosas que lloran lágrimas de ríos, solitarias y vulnerables ante la injustica, el acoso y la violencia. Mujeres maravillosas de su sombra y esencia natural. Mujeres bonitas e inteligentes que se defienden sin excusas, sin tener que usar sus otras armas. Mujeres atractivas y vanidosas que se visten como quieran, apasionadas y románticas con buenos modales. Mujeres madres y llenas de vida, que se enamoran de su propia armadura. Mujeres de mil batallas que se levantan en pie de lucha. Mujeres que protegen la cultura con disciplina y encanto. Mujeres exitosas que tienen por delante el alimento de su bebé. Mujeres que enfrentan todas las barreras difíciles, los charcos sucios que les toman por sorpresa. Mujeres atormentadas por los animales agresivos y por otros degenerados que no las respetan o las tratan como basuras. Mujeres sensibles que no tienen la culpa de nacer, pero se preocupan por mejorar cada día. Mujeres SURVIVOR, cansadas por el esfuerzo de sus trabajos, de mantener a sus hijos y salir adelante como puedan. De sentirse solas cuando mejor prefieren estarlo para estar tranquilas. Mujeres lindas en el espejo que se admiran por ser grandes mujeres. Mujeres que a veces quieren hablar en silencio, de muchas guerras vencidas, de la sangre derramada por esos días fríos y sufridos. Del maltrato del imbécil que estorba en su camino y de esa piedra entrometida que la hace tropezar, pero que pronto se levantan para seguir luchando. Esas mujeres valientes y diseñadoras de su propio mundo, de armar su juego correcto con estrategias sutiles. Deja de llorar Mujer, más no te ahogues nunca. Protégete a ti misma de la "Misoginia" que te rodea y empodérate sin usarla como rencor. Date a respetar como puedas del Femicidio e impide callar cuando te obligan. Defiéndete de los cuervos que pican en tu lazo blanco y quiérete mucho a ti misma, como alguien que te valore de veras allá afuera.


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LA ORUGA BARONESA


Anda de vagabunda la oruga baronesa por un caminillo escabroso. Su color turquesa llama la atención de todos los tarugos irritantes. Por la mañana va a leer su librito favorito a la biblioteca pública de una esquina. Atraviesa el precipicio desconocido que conduce a un barranco peligroso. Se encuentra con el polen de una flor en una hoja verde. La oruga de paso se va a esconder a una cueva oscura de nadie. Se siente RELAX cuando flipa en un narguile para jugar con el humo que cambia con su estado de ánimo " ese mal genio dijo la oruga" que no tiene precio. Continúa en su apogeo de la jungla infinita de tesoros. Al llegar la noche se dirige “al país de las orugas odaliscas" de ella. Se junta con una oruga fiestera para bailar música psicodélica. Su otro estado hipnótico y bipolar sale por la madrugada al tranformarse en una mariposa morpho. Ella es la reina del castillo oruga, un palacio construido con galas finas que juegan a las damas.


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LA ORUGA BARONESA


Anda de vagabunda la oruga baronesa por un caminito escabroso. Sus colores turquesas llaman la atención de todos los tarugos irritantes. Por la mañana va a leer su librito favorito a la biblioteca pública de una esquina. Atraviesa la vereda que conduce a un barranco peligroso donde encuentra el polen en una flor con hoja verde. La oruga de paso se va a esconder a una cueva oscura de nadie. Se siente RELAX cuando flipa en un narguile para jugar con el humo que cambia con su estado de ánimo " ese mal genio dijo la oruga" que no tiene precio. Continúa en su apogeo de la jungla infinita de tesoros. Al llegar la noche se dirige “al país de las orugas odaliscas" de ella. Se junta con una oruga fiestera para bailar música psicodélica. Su otro estado hipnótico y bipolar sale por la madrugada al transformarse en una mariposa morpho. Ella es la reina del castillo oruga, un palacio construido con galas finas que juegan a las damas.


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PRODIGIOS DEL FÉNIX


Los dones del fénix surcan por los parajes de su libertad. El ave prodigiosa de Júpiter con lágrimas curativas sobre las durezas del corazón y el carácter pendenciero. Algunas veces nos enseña morir un poco para levantarnos de nuevo en una versión más fuerte y sabia de uno mismo. Caminar por la senda inmortal de su fuego nos DESPIERTA con buenas aptitudes espirituales en tiempos prósperos de paz, pero se oculta cuando se avecinan los problemas. El amor es como el fénix de una fábula callejera, "cuando más lo crees muerto renace de sus cenizas". Su función simbólica de la virtud y la gracia vuelan a Egipto cada 500 años para llegar hasta la puerta de su templo de la renovación en general. Así también como el ave de larga vida se asocia con el sol que muere por la noche y renace por la mañana.


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El ABEJARUCO DE LA ACERA


Un abejaruco se quedó estancado en el emesis de una acera con mucha dificultad. Sus muletas estorbando al lado le impidieron seguir el paso. Sueña abandonar desde arriba esa inconveniente silla que lo lleva por el suelo, sin perder ni un momento de vista la tierra. El diario de lo que piensa y de lo que vive sin pena lo anda en dos ruedas con su gorra preferida. Quiere trepar al castillo flotante que está por las nubes. Anhela volar al revés con la cola por delante, bajar por las escaleras y tirarse al agua. Es cliente de "una tienda de sillas incómodas", donde suele sentirse como el inspector truquini estudiando al enemigo que le puso las hormigas en el pantalón, el ladrón de sus monedas perdidas y quizá al mismo canalla que le tomó esta foto. El viejo de la invención absurda que lo cuidaba una vez le echó por la ventana con todo perro y sobrina por haberse creído un pajarraco, una lechuza grave y hasta un águila nuevecilla.


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LAS HORAS DE MI CORAZÓN

Las horas de mi corazón son las que ayer pasaron, las que hoy disfruto y las que mañana morirán. Las que vienen y se van con buenos y malos recuerdos. Las que nunca se cansan cuando nos sentimos vacíos, ahogados y llenos. Hoy son las que buscamos en los detalles que marcan los latidos. Las que añoramos por varios días y que no dejamos ir por segundos. Las horas de mi corazón son privadas y a veces publicadas con mucho dolor. Son " mil campanas que suenan en mi corazón", las que nadan en un pozo negro. Las que soñamos viviendo al máximo. Son las sensaciones que nos proveen lágrimas de corazones, donde se empañan en las ventanas del alma. Las que llevamos guardadas por dentro como un reloj de bolsillo para apreciarlas cuando queramos.

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LA OVEJA DEL PORTAL


La oveja negra de la familia se portó mal. Se esfumó de la granja con toda su lana puesta. Mucho tiempo atrás sin hacer nada ya era como una reliquia agredida. Buena para nada se le arrimó el pastor de una iglesia sagrada para secuestrarla y darle con un garrote. Un rey mago la fue a buscar para traerla de vuelta a su portal, pero nunca la pudo encontrar. En antaño eran inseparables, el uno cargaba al otro por varios días de sacrificio. Discutían por todo el camino hasta que se dejaron de ayudar mutuamente. La oveja terca se dio por perdida en la cima de una montaña solitaria. Un viaje largo le esperaba por buscar un poco de agua y comida. La oveja se metía en problemas ajenos con otras pastoras de ovejas distintas de una hacienda vecina. Solita por la noche se quedaba a observar las constelaciones de las estrellas. Tuvo una cita con el fenómeno de la niña, con Andrómeda, Leo, Pegasus, Taurus y con la Osa Mayor. Desde luego, no le quitó la vista a Orión y a Carina que fueron su admiración. La oveja triste y desnutrida con su reflexión se acordó de su pasada esclavitud, que siendo atormentada con gritos rebeldes de un niño llegaron hasta la puerta de su oído, dejándola sin su oreja.


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LA VIEJA DE UNA TAPIA


Una vieja de una tapia se enfadaba con un albañil que pasaba todas las mañanas. La vieja de pocas pulgas salía a tender la ropa mojada a su patio, pero el albañil la ensuciaba la ropa del tendedero con un saco viejo de piedras que iba pasando. La vieja harta de su vecino le grito todo tipo de improperios, él tuvo un temperamento más bajo y le trataba con respeto, pero la testaruda perdió sus estribos al máximo, más no lo dejaba disculparse. El siguió su camino y ella regresaba de nuevo a lavar su ropa. Al otro día sucedió la misma escena del trajín y durante una semana. Hasta que elaboró un plan estratégico al verlo que se iba acercando por su patio, le aventó un balde de agua fría y se lo encaramó como adorno en la cabeza hasta dejarlo empapado. El salió corriendo dejando su saco tirado y la vieja lo recogió escarbando lo que había adentro. Encontró unas monedas de oro en el fondo y otros objetos finos. Ella se alegró en ese momento, pero también salió corriendo con las cosas.


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El CERDITO SENTIMENTAL

Había una vez un cerdito que estaba muy deprimido llorando a solas por las noches. Encerrado en su chiquero no supo qué hacer cuando le esperaba la mala hora (muerte). Comenzó a preocuparse de muchas maneras e indirectas que el dueño le irradiaba al afilar sus cuchillos en una roca, cuando golpeaba con el mazo contra una madera o cuando lo mencionaban como banquete en el día de gracias". De tanto susto se quedó dormido anhelando revolcarse con otra cerdita en el paraíso del lodo y disfrutando del sol sin desodorante, entrar en otra vida de reencarnación o ser una alcancía más de adorno para el ahorro de los que abusan de él, maldiciendo con palabras sucias. Después de soñar episodios en un reflejo en el espejo y poder alcanzar el plato de comida, se despertaba por ratos el cerdito muy tristecito al no saber cómo escaparse de aquella mala jugarreta que le esperaba. Estaba amarrado con una correa que trituraba su cuello con dolor. Envió miles de cartas a sus familiares y amigos para que lo rescataran, pero nunca pudieron ver sus cartas, pensó que quizá "lo cogió de su puerquito" el dueño cuando encontró todas, dejándolas en el bote de la basura. No pudo escaparse, ya era demasiado tarde. Su inocencia estaba dominada por las manos de su jefe, desde que lo secuestro por primera vez para esclavizarlo. La madre cerdita estaba preocupada y nunca pudo hallar rastro de él. Aquella tarde gris donde iba oscureciendo su vida... alarmó más al cerdito, cuando iba escuchando los pasos gigantes con botines que daba su dueño. La puerta del establo se abrió con un sonido chirriante. Las lágrimas caían con el dolor de su alma y el sudor de la frente por sus nervios masacrados. Entonces oró al Dios de los cerditos para que hiciera un milagro por él, a pesar de su mísera vida y sucia que llevaba, se consideraba un ser sensible que deseaba morir en buena forma. Que lo dejará llegar a salvo por el camino más largo y que tuviera una muerte digna el día que le tocara descansar, para poder entrar en paz a las puertas del cielo, donde van los animales a reunirse con sus queridos. Los pasos fueron llegando más rápido hasta el portillo. El cerdito miedoso como "Piglet" estaba encogido de hombros como si estuviera debajo de una cobija, asomándose por un huequito. El dueño por fin abrió el portón y le dijo con voz noble, ¡cerdito! perdóname por todo lo que te hice en el pasado, de ahora en adelante eres libre como tú quieras. Y él cerdito lo observo detenidamente orgulloso, pero no lo podía creer. No lo pensó dos veces hasta que salió corriendo con una sonrisa de oreja a oreja.

"Colorín colorado este cuento se ha acabado."

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LA MOZUELA DEL RATÓN


Un ratón se cruzó con el rey león muchas veces para dialogar, a principio le costó mucho relacionarse por sus amenazas de peligro que corría al persuadir con un acuerdo pendiente. Después de varios días sin visitarlo, la fiera no se encontraba en su castillo. De pronto fue a buscarlo y dio con unos cazadores que lo tenían atrapado en un bosque. Por casualidad que iba pasando su amigo por esas cercanías, de inmediato le rescató con sus agudos dientes y royó las mallas de la red para liberarlo. Luego de darle las gracias, el león se sintió avergonzado y en deuda con el por el trato que tenían. Se acordó de la vez que el ratón le contaba su deseo al oído. Su afán de frases para convencerlo y de querer tomar la mano de su hija, hacerle cambiar de parecer para casarse con ella. El león sorprendido de la noticia cedió a complacerle su gran tesoro. ¡Me debes una! — le dijo sacudiéndose de la risa con sarcasmo. Una vez involucrado en ese enredo discutían a solas los dos sobre asuntos de la boda. El galán ratón le prestaba oídos y consejos siempre a cambio de su género de servicios que le ofrecía a todo momento. El amante que se involucró con la Leona en ese fatal acuerdo donde tropezó con ella cuando se la presentaron. La Leona al enterarse de semejante noticia al oír la "cosa de novio", dio saltos como una loca y sin querer aplastó al pobre ratón con una pata. Así terminaron las cosas, el ratoncillo intrépido y presumido asumió su responsabilidad sin tener cuidado. A pesar de brindarle favores al rey obtuvo a cambio su peor tragedia que le causó la muerte.


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LA GATA CELOSA


La gata celosa andaba por todas las callejuelas seduciendo a los gatos negros. La lujuriosa de casta iba a refrescarse por las mañanas a la “laguna de las gatas" donde se relajaba con lentes de sol, comiendo suspiros y corazones de chocolates, hasta la hora que llegara a visitarla el gato galán que estaba casado con la vecina. Una gata montesa la vigila desde lejos lo que trama con artimañas. Le cuenta todos los chismes a su amiga la vecina. El gato galán llega por la noche a su casa y lo recibe la gata esposa con preguntas incómodas y el gato le explica con excusas que viene del trabajo, la gata le recibe y le hace preguntas incómodas, pero el gato se mantiene firme contando que tuvo que trabajar hasta tarde, porque el jefe le tenía una tarea difícil. Así varios días, semanas y meses duró el mismo engaño. Hasta que una mañana la gata esposa se hartó y lo siguió por el camino que dirigía a la casa de su amante. Al llegar a visitarla estaba la amiga de la vecina parada en la puerta de la casa de la amante, cuando le reclamó al gato galán que ¿para dónde iba?, si su casa está detrás suyo - le dijo, entonces el gato sorprendido giró su cabeza y su esposa detrás de él observándolo. El gato no tuvo otra alternativa que decir la verdad. La gata lo perdonó, pero ya tenía otro pretendiente en su vida. Así la gata se fue de vacaciones para siempre con su otro querido " el gatopardo" que la invitó a celebrar la luna de miel en la montaña. La gata nunca regresó y dejó cuidando con su esposo a sus hijos gatillos colgados en las medias de navidad.


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EL PAÍS DEL DESAHOGO


En el país del desahogo viven muchas especies en una selva. Hay unos que ya se ahogaron y se fueron de cabeza al agua cuando se vino la corriente. Llegan a la poza que desemboca del mar adentro. Muchos animales buscan la comida como unos elefantes con hambre, caballos, tortugas y monos que andan por los cipreses con espinas en medio de una casita escondida. Se le ponen los ojos en blanco a la madre naturaleza cuando mira las estrellas y al subir la marea llega el tsunami con fuerza de un clímax que pasa por el puente de sus narices de turistas. Hay una piscina en forma de corazón donde nadan aparte unos que tienen la lengua afuera. Entran a la cueva obscura los que desean conocer la otra salida de emergencias. Hay unas que gritan en la "callejuela del llanto" cuando llegan a cazar a sus zorros de noche con el puñal que tienen entre los labios.


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BASTONAZOS DE CIEGO

Andaba el Chalo con un ritmo de ópera de miedo en ese "tan taran tantán" como en (cabalgatas de las valkirias) que se ajustan a su bastón del diablo. Se fue al tradicional avenidazo para repartir los papelillos de la boletería con la mafia que le espera escuchar en un coro de villancicos de navidad. Sale a escena como el pianista de la película, con una mano arriba y sin pretextos de soltar a su compañero de viaje, pero su frase usual de "a mí que me registren" solo se alarma con temas anodinos. Y los guardas municipales lo siguen hasta el jardín del Teatro Nacional, por robarse unos tamales de elote que los tuvo camuflados en su bolso. Chalo de chiquillo le escribía cartas a Santa con esperanzas de verlo llegar con regalos bajando por la chimenea o sino lo llevaba su hermana mayor a la Universal para comprarse los juguetes navideños. Unos por un lado como soldados en fila y otros por el pasillo viendo a las chiquillas paradas como muñecas. Después iba a la Lehman a ver los trencitos eléctricos que estaban por la tienda de la Gloria, donde compraban telas las damas elegantes. Mientras celebraba el Güipipía salían con Wikipedia sus alegrías. Iba soplado a coger el tren, pero lo dejó el tren esa vez. Los chascos de Chalo van más allá que un cosco para Jeff. Su lista tortuosa de educación sentimental, estuvo fragmentada en brevísimos episodios de pocas viñetas, como un personaje anónimo de añorar, amar, anhelar, enamorarse y desenamorarse. También es un caballero o quizá un patán, un dulce, un tierno y un cruel. Al irse para el templo a perdonar a Dios, chocaba siempre en las gradas con una sordomuda que seguía esperando a Godot.


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LAS CARANTOÑAS DEL ABUELO

Leslie la niña pequeña de dos colitas que estaba enferma y que guardaba cama por un tiempo. Caminaba una vez por la calzada jugando con equilibrio, y al tropezarse con una piedra se cayó al suelo, pasando un perrito callejero al verla sola, sintió su compañía al tener a un nuevo amigo. Su afecto por los animales tocaba sus emociones profundas. Lo amaba desde ese momento y deseaba adoptarlo, se acordó cuyo abuelo que no la dejaba llevar mascotas a su casita. El perro no tenía la culpa, se le partía el alma y se mostraba preocupada por no dejarlo solo. Pensaba siempre en su primer bocado del día, se levantaba por las mañanas. Si ha buscado en alguna bolsa de basura los restos de comida o si ya tomó agua, entre otros aspectos. Su cariño por el la hizo escribir un diario, dibujos con chispitas y frases. Usaba la premonición de sus sueños conectándose con su camarada. El cachorro pasaba por las puertas de las casas, doblando en las esquinas de las aceras y continuando su largo viaje por la ciudad. Se percataba del horror que impactaba en su entorno. El animal se sentía con miedo y sin entender. Comenzó a rastrearla por todas partes, ambos no se encontraban nunca, porque andaban extraviados. Se inquietaba su estómago y se le revolvía cada vez más. El perrillo viejo acompañaba a un habitante de las calles, juntos se dormían en un callejón sin salida, corría al lugar donde lo conoció y lo esperaba a que llegara, no lo veía por ningún sitio y se ponía a lagrimear desconsoladamente. Él se dio cuenta al percibir su olor y llanto, regresaba corriendo y ladrando hacia ella. El lamió su cara y en su respuesta le daba muchos arrumacos. Se vio casualmente con su yayo en ese instante y a la vez le traía un helado y un hueso para la nueva mascota. Los tres se fueron felices a su casa.

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EL LAZARILLO MORPHO


El lazarillo estudiaba e iba con los druidas a la montaña, buscando el librillo de la "amapola alta" donde habita el olvido. Sin mirar atrás se descontrolaba de sí mismo, y se dirigía por otros caminos solitarios donde vuelan las Mariposas Morpho, a través de las capas de la selva y por debajo de la copa de los árboles. También anda cabizbajo y un poco cambiado últimamente, juntando las monedillas que se le caen al suelo, y sin tener que recibir una respuesta de un saludo de alguien o de algún prójimo. La flor pasionaria lo cuida en el sueño y en el sufrimiento. Es similar a una corona de espinas con apariencia de clavos y con cinco estigmas, abejorros, avispas y murciélagos. Le gustan los colibrís y la rosa de Saron al lazarillo que vive como un niño rey en una silla de ruedas, a veces lo guía su amigo por las calles, el que lo sigue escuchando y aconsejando siempre al terminar la conversación del momento. Su acompañante es la voz de su interior, la misma sombra del camino con heridas profundas en las manos y en los pies, la carga pesada que lleva su cruz. El mundillo travieso con manchas negras que le calan por dentro, como las flores de un día que se van marchitando. El berrinche de un fracaso tras otro, de todo el esfuerzo y el trabajo pasajero por sobrevivir. El habitante del bosque en su ciclo de vida, vuela desde oriente hasta occidente y está en peligro de extinción.


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EL FANTASMA DEL FORTÍN


En aquella época neocolonial de 1876 se construyó por primera el gran torreón que se encuentra entre la calle 1 y avenida 1 de la ciudad de Heredia. Cuán secretos albergaba esas paredes de piedra y ladrillos con una cornisa de forma arqueada. La puerta sur estuvo tapada desde hace años, donde se oían unos extraños ruidos por las noches. En aquellos tiempos un guardia hizo frente a unos malhechores cuando quisieron meterse a saquear unas armas guerrilleras. El guardia sufrió un balazo en la cabeza por defender su patrimonio cultural. Según la leyenda de algunas misiones de parroquianos, el espectro salía por las noches como una imagen pálida y siniestra que rondaba por los alrededores del fortín y sobretodo en el mismo lugar donde murió esa vez, dejando sus manchas de sangre en el suelo. En uno de sus encuentros sufridos en la cien lo dejó en coma delirando a su querida Adelaida... "te tengo que dejar". El sargento Gonzáles se quedó de guarda esa noche donde tenía que proteger la puerta de un pasadizo secreto que solo él tenía las llaves. Se oía un gemido desgarrador asustando a todo aquel que se acercara a ese lugar sin pedir permiso. La leyenda del centinela fue quedando en la historia por el tiro de arcabuz que recibió en una de sus mejillas. Un ángel de la guarda vigila ahora y protege nuestra actual Heredia de hoy en día. Pero el fantasma sigue merodeando por el jardín todas las noches con lamentos heroicos.


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EL DIARIO DE LOS CHIQUITINES


Son concebidos al mundo los chiquitines, traviesos. Aprenden algo nuevo cada día como esos pequeños que andan gateando por el suelo. Se alegran con la chupeta y con el chilindrin si están llorando. Le suenan el móvil de la cuna o de su andadera. Comienzan a dar sus primeros pasos de vida, hacen gestos, agús o dan un grito de gusto. Tienen jugueticos de colores para entretenerse en sus momentos aburridos. Babean por todo, sonríen sin razón aparente, hacen el grasping y maman dedo. Bizquean, dan pataletas cuando están inquietos. Asoman su primer dientecito de abajo, duermen como los bebés que son. Los bebés tiran todo al suelo, sus ojos azules cambian de color a los primeros meses. Los bebés desde el vientre de su reflejo se pasan el tiempo mordisqueando todo lo que cae en sus manos. A los bebés les gusta el rojo y son categóricos por naturaleza. Los bebés saben contar y les encanta estar en abrazos para que les hagan mimos. Pasan de unos brazos a otros la mar de sonriente. El pequeño avestruz se vuelve temeroso ante los desconocidos y esconde la cabeza en el cuello de quien lo cuide. Por una crisis de apego aprende a despegarse de su x madre. Cambia de boca arriba a boca abajo e intenta coger todo lo que se le ponga adelante. Le gusta dar giros levantando sus piernecillas, trabaja su abdominales de acero; dando una vuelta por aquí y otra por allá. El nene cada vez tiene más control de sí mismo y se siente feliz por ello. Sigue pasando mucho tiempo en el suelo y moviéndose va conociendo la realidad de este mundo.


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EL VIEJO DE LA CARRETILLA

Vaga el viejo de la carretilla de siempre, con su torpeza ambulante. Lleva toda clase de utensilios que se encuentra a veces: botellas, serruchos, cuadros, bolsas, latas, cables y entre otras cosas se va desvaneciendo su figura en el crepúsculo de la tarde. El correcaminos con su sombrero de paja y harapos de extranjero, se siente atormentado por la vida perecedera de su trayectoria. Su vasillo de medio helado para su agobio que lo acompaña por ratos, y su adormidera escondida que calma el dolor de su alma. Se siente compungido en el ostracismo de su soledad, como un ser acorralado en el pozo negro del olvido, que va calando a la grieta de su corazón. Por la tarde percibe las nubes negras que oscurecen en su mente y la lluvia gris que cae con su tormento. Se agota su paciencia con el tiempo y su aspecto cadavérico se hace más viejo. Su oficio de un recolector de basura; enseres usados y desechables para su reciclaje. Ese nefasto que va jalando chunches al pie de la letra, es como "lo que el viento se llevó" de su estampilla.


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El ELFO ESPELUZNANTE


El viejo Santa Claus que recorre en un mundo decrépito para repartir los regalos a los niños pobres en nochebuena. Los deja bajo el árbol navideño o al pie de la cama. Una vez el repartidor de obsequios quiso entrar por la ventana, pero prefirió por la chimenea sin tener problemas. Estaba celoso del Hada Befana que también repartía los presentes a los niños pobres en Italia. Santa les traía turrones, galletas y otras golosinas que llevaba dentro de su saco mágico. El bonachón barbudo, se sigue transportando en su trineo de 8 renos para irse volando por los aires, saludando a la gente con la mano y haciendo su Jo, Jo, Jo de ¡Feliz Navidad! Quizá viva en el polo norte y se viste solo de rojo para hacerle la propaganda a la coca cola, pero ahora está de moda el verde de los mangos que se come con arroz. Está casado con la señora Claus y vive con unos duendes navideños que le ayudan en la fabricación de juguetes y otros regalos que les piden los niños a través de cartas que le escriben. "RUDOLF" es el reno mayor que ilumina el camino de su viaje con su nariz roja. Santa usa su telescopio para ver a todos los niños del mundo con la ayuda de otros seres mágicos que los vigilan en el comportamiento que tienen, de lo contrario si se han comportado mal los castiga enviándole a la carbonilla, como un castigo para darles en vez de regalos, carbón. El viejo y alegre es el abuelo de los fríos de estas épocas navideñas, pero también es el intruso de las casas ajenas que baja por las altas montañas, haciendo el papel de un producto comercial al servicio del consumismo en la sociedad actual.


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EL ARCOÍRIS DEL ANDROIDE 47

Érase una vez un niño que se creía un androide, ese mismo que estaba obsesionado con 47 dinosaurios de juguetes en una mesa. Le gustaba estar en contacto con el arcoíris de sus sueños. Salió a esperarlo a un sitio sin nombre y "por arte de magia" se apareció como una U invertida en el cielo en medio de un árbol sombreado. Luego de caer una llovizna pasajera el niño andaba buscando una cámara para capturar su mejor foto de aquel arcoíris imprescindible, el que dibujaba muchas veces en un cuaderno y que pintaba en las paredes de su cuarto. El niño como un profeta del camino, escuchaba los consejos de los animales silvestres que le transmitían pistas e ideas para ayudarle a consagrar al arcoíris mandado por los dioses. El niño de los cordones sueltos que se caía al suelo a cada rato, sus amigos como el conejo, el búho y otros animalillos que lo protegían le enseñaban cosas a diario para que anduviera con plena libertad. Su arcoíris de leyenda e inspiración intrínseca con cara de guiño decepcionado llegaba en sus momentos únicos de " un lo que sea." El niño que conocía aquellos escondites frecuentados, donde podía vislumbrar mejor a su arcoíris, así como dentro de una casita de árbol, también le gustaba camuflarse en las cuevas de los troncos quemados y ocultarse detrás de una roca solitaria para hacer con las manos gestos de binoculares y telescopio, por otra parte, le gustaba admirar los nidos de los pájaros que estaban en las ramas. El arcoíris que alegraba el día con su estandarte colorido y que acompañaba su soledad. El niño que encontró la respuesta a sus preguntas dentro de una carta imaginaria que decía: " Es de parte del arcoíris." El niño taciturno que brincaba de alegría con una cuerda de mecate, pudo tener contacto con su amigo de las quimeras. Su secreto de conocer su origen, lo invitó a seguirlo por su arco de siete colores. El mundo incoloro de su tierra prometida acabó por la tarde con el arcoíris del niño, sin más diluvio.


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EL SOÑADOR DE LAS OTRAS GALAXIAS


Érase una vez un hombre que quería ser abducido por una nave espacial, tripulada por los misteriosos seres de otro planeta. El se había camuflado de vaca por un largo tiempo, porque se creía un individuo procedente de otra galaxia. Anhelaba viajar a las dimensiones estelares cuando un llamado le mostró dos incógnitas sobresalientes: quedarse en la cima de una montaña y observar a que se cruzara por su vista, un platillo volador o esperar a que los "Muppets" pasaran a recogerlo a su casa en un arca parecida a la de Noé. El sujeto abrumado y desesperado, procuraba irse de su país lo antes posible, por haber vivido una mala experiencia alucinante con la "ayahuasca", que lo dejó estupefacto con esa idea intrigante, de querer conocer a los primeros extraterrestres. Fatigado por las trabas que se le oponían en la vida, quiso ser un extranjero del más allá. Comenzó a caminar en círculos sensoriales, perturbado por no saber a que hora iban a llegar por él, se estaba volviendo lunático de la nada. Los pasaportes, los trámites que realizaba en aquel entonces y las veces que se quedaba sin aerolíneas, no le preocuparon mas al comprobarlo como un asunto olvidado. Él no sabía si contaba con la ayuda de los aliens, pero fue reflexionando un poco, que la mejor forma de vivir era estar fuera de órbita, indagando en la inspiración proveniente de otras partes. Adoraba las cosas inimaginables de los alienígenas ancestrales y todas sus tecnologías avanzadas. El desafío hasta morir en ese lugar arcaico, inquieto y ataviado con su disfraz de frase que “lo que no se encuentra aquí no se halla en ninguna parte”, soñando con el bicho viviente de siempre. Escudriñar una calavera de cristal, para poseer la fe en sus manos e invocar con otros mundos celestiales.


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Cartas a Saray (2016)

Sinopsis

Saray es una niña pequeña, que vive en los sueños de cada persona. Es como tu mano derecha o podría ser tu mejor amiga. Ella te acompañará por siempre, a encontrar la salida de los errores que vas cometiendo en el camino. Para encontrar a Saray, debes escribirle primero, luego cierras los ojos por un instante y así ella aparecerá en tu vida.


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Poesías

De mis poemas (2015)


Limpiabotas


Limpiabotas por las calles rotas,

como chiquillos sin dueño, viven

en los parques o en los pueblos,

como cocedores de aguijones en criaderos.


Como pequeños viajeros que hacen

sombra y andan por los basureros.

Lazarillos mezquinos y pobres, indagando

en otros senderos.


Como buscavidas de señores, llevan

cajones en sus corazones, tiñen con betunes

negros y marrones; sacándole el brillo a sus...

atardeceres de colores.


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Olas de color turquesa


Las olas del mar acarician mis pies,

mareadas se alejan diciéndome adiós.

Venideras ilusiones por encontrarle

con un vacío interminable.



Paraderos emocionales en las costas.

Nos ahogan con historias falsas,

con atrocidades que nos dañan

y con mareas que causan miedo.


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En un Jardín de atrás


Ella arecostada sobre una pared de otra dimensión. y los versos de Pouchkine llevan su ilusión,

Las grutas y pabellones de los recreos perseguidos,

por un jardín de atrás.

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Cuentos (2014)

Florilegios de Ensueños (2011)

Remembranzas

Diario de Corazonadas

Laura, con su aura e ideario de la vida, como chica soñadora y afligida. Rosa en la apuesta, con su mirada tan atenta en sus días de luna, mirando las cosas más bellas. Aquellos atardeceres álgidos se confundieron en su tristeza venidera. Alejandra y sus corazones rotos, se asumieron en un estado anímico y crítico de su vida cotidiana. Henchida de alegría y de nostalgia con emociones híbridas y bastardas de dolor. Ellas reflexionando sobre sus pasados momentos, también lo hacían al escuchar en un pésame de piano. Pensamientos revoloteaban en sus mentes, en disparates y despertares a otras ilusiones. El bagaje de sus ideales en un mundo acaparado por ruidosos tranvías. Las miradas al exilio y las utopías pasajeras en grupos de ultraderecha. Julia en sus labores matutinas, retomaba compasión en el criterio de una razón y la misoginia de los otros “periodos de tumba” en una atrapada guerra. Greta siempre en silencio, cansada de noticiarios de la radio que a toda hora y por doquier escuchaba. María, salía a buscar sus esperanzas en otros sitios, en otras quimeras, perdida en el hilo de la conversación y siempre tan breve y elocuente en su lectura de niña cabal. Disipando las miserias en un caos emocional, ante una rebosante y cálida taza de café pendiente. Regresando a su dulce nido, tomaba nuevos bríos y nuevas esperanzas. Edén se sentía como un ave en aras del olvido y en el vuelo supremo de la vida. De esta forma descubre su propia existencia, en copartícipes de amigos (as) y pensamientos fugaces por la ternura que llevaba en sus ojos.


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Un café y un cigarro


Pase por un café y un cigarro a entablar una conversación con una chica desconocida. Me acompañaba el placer y el gusto de conocerla poco a poco con su vestido de tablero. Toque la campanilla de la mesa para pedirle unos canapés dulces a la camarera. Ella tuvo un perfecto aroma al presentarse con una sonrisa de canela. También tomó mi orden y las palabras sinceras. Luego de un saudade, saque una fotografía de mi cartera para verla. Con un cigarrillo hice aros de humo haciéndole un corazón para impresionarla. Sonó una balada que dedicaba a su nombre y apellido. A través de los cristales, se empañaron unas gotas de sirimiri que caían por la ventana. Al inicio tome cartas en el asunto y al final le pedí las cuentas al maestro. Agarré mi abrigo para irme de ahí, sin perder mis estribos me lo enganché en el hombro izquierdo. Por última vez la convoqué para robarle un beso en la mejilla. Al despedirme como un caballero sin caballo y con las damas que no tienen pasado. Me marché con el silencio de las 5, guindandome en el vagón del tren que iba pasando.


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Rimas en la radio


Sacudir las rimas de una vieja radio. Ese ruido estridente y acogedor que nos hace falta escuchar a veces, desaparecen en oscuros recovecos del pasado. Es como la amnesia solemne que suele andar por los momentos amargos de la vida. Cambiamos de estación por el matusalén que lleva un silencio ensordecedor, calando sobre nosotros mismos. Encontrar al abuelo que yace entre el polvo de un baúl, quizá sea una fuente retroactiva de epigrama nostálgico. Su parálisis permanente recorre, desde la cabeza hasta los pies y va acompañado de muchas frecuencias solitarias. Bohemias de amores cruciales y desaparecidos en el tiempo como: Radio María, como una de mis fantasías religiosas, Radio Sinfonola, como las olas del mar que arrastran la melancolía por la arena y Radio Futura, como la huella que perdura en las fotos antiguas de aquellos atardeceres grises. Los restos de una radio se quedaron enterrados en las heridas abiertas que siguen sin cicatrizar.


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Síntesis

El andar (2017)

Mariana, es una jovencita que despierta un día por la mañana y está enferma en su casa. Ella tiene poco tiempo para conocer los sentimientos ajenos que le rodean. Anda en búsqueda de un amor trivial, que no se acuerda ni tampoco conoce, solo lo siente. Esta novela romántica nos enseña a dar nuestros primeros pasos en el andar por la vida, buscando lo que todavía no se ha dado por perdido.


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